Nicolás Dávila Peralta
El impresionante Ferrari rojo a las puertas de un motel, las viviendas con torres de colores y cristales tintados, la camioneta Lincoln aparcada en la calle no serían parte del paisaje en un pueblo mexicano cualquiera, pero sí de Tenancingo, ‘la capital de la trata de personas’”.
“Así la han bautizado organizaciones de ayuda a las mujeres, que advierten que en esta localidad de apenas 10 mil habitantes, ubicada en el estado de Tlaxcala, cerca del 10% de la población se dedica al reclutamiento, explotación sexual y venta de mujeres.”
De esta forma, el corresponsal de la BBC de Londres en México describió en 2012 al poblado de Tenancingo, en el estado de Tlaxcala.
El pasado fin de semana, se publicó la noticia de que cinco miembros de una organización dedicada al tráfico sexual en Nueva York, todos originarios de Tenancingo, fueron sentenciados en los Estados Unidos por los delitos de tráfico de personas, tráfico sexual y tráfico sexual de menores, contrabando de extranjeros y lavado de dinero.
La captura de estos delincuentes se dio entre 2018 y 2019, gracias a la cooperación de los dos países, lo que permitió seguirles la pista a estos individuos que fueron asegurados en México y extraditados a los Estados Unidos.
La red de tráfico sexual de Tenancingo, no es nueva, hace más de dos décadas ha sido denunciada en los medios esta actividad que daña a las víctimas y a sus familias; lo extraño es que poco, muy poco se ha hecho para frenar esta actividad, mientras se conocen a los delincuentes por los lujos en casas y autos en esa población tlaxcalteca.
Con las sentencias a estos miembros de la banda de “Los Méndez” se ponen en evidencia los alcances de esta red de tráfico sexual que hoy en los Estados Unidos abarca no solo Nueva York, sino otros estados como Connecticut, Delaware y Nueva Jersey, así como Long Island.
Las estrategias de reclutamiento no han cambiado: el engaño a través de falsas relaciones de noviazgo, promesas de matrimonio y ofertas de empleos son los recursos más utilizados por estos delincuentes; es posible, que parte de este tráfico incluya el secuestro. Luego, utilizan medios que van desde el engaño hasta la violencia para llevar a sus víctimas más allá de la frontera.
Enamorar para secuestrar
El tráfico sexual, la explotación de la mujer a través de la prostitución, tiene varios caminos. Uno de los más usados, sobre todo para atrapar a jovencitas de escasos recursos y poca educación sexual y afectiva es el enamoramiento, que hoy cuenta con las redes sociales.
El delincuente se hace pasar por una persona que busca pareja o galantea con alguna chica a la cual ya ha observado en otras ocasiones o ha encontrado en las redes sociales. Una vez que logra establecer con ella una relación de noviazgo la seduce para que abandone su familia y se vaya con él. Asunto concluido, de ahí sigue la reclusión, la violación, la exigencia de dedicarse a la prostitución o, en el caso del tráfico de personas, forzarla a viajar a otros lugares donde será víctima de una verdadera esclavitud sexual.
Otro camino, sobre todo para las jóvenes en situación de pobreza o desempleo, es la oferta de trabajo con ingresos prometedores que las motivan a contactarse con una empresa “fantasma” que la “contrata”; o le ofrece facilitar su migración hacia los Estados Unidos; de este modo, la chica ha caído en las redes de estos traficantes, red de la que le será difícil salir.
El amor fácil o la oferta de trabajo también fácil y bien remunerado, pueden constituir una trampa de estos traficantes. Los casos extremos son el secuestro y, si la joven se resiste, el delincuente puede llegar al feminicidio para evitar una denuncia.
La violencia de género, otro peligro
El tráfico de personas no es el único peligro para la mujer en nuestro país. La cultura machista es otro peligro que perdura hasta nuestros días.
La humanidad se desarrolló como sociedades regidas por hombres. La mujer fue limitada al hogar como esposa y madre, mientras el hombre ocupaba el lugar de jefe de familia, rector de la sociedad, gobernante. Esto derivó en el machismo, posición extrema que considera al hombre dueño y señor de la mujer que debe estar sujeta totalmente al marido. De esto a la violencia solo hay un paso y el “macho” lo da y genera la violencia intrafamiliar.
De acuerdo con datos de la organización “México Evalúa”, las formas de violencia intrafamiliar abarcan ofensas, humillaciones, golpes, agresiones con alguna arma, violaciones y hasta la expulsión de la vivienda.
Muchas veces las agresiones contra la mujer van acompañadas del consumo excesivo de alcohol y de alguna droga.
La misma organización señala que el 25 por ciento de las agresiones a la mujer dentro de la familia, son perpetradas por su pareja; el 12 por ciento por algún hermano; el siete por ciento por el padre y el uno por ciento por un padrastro.
En Izúcar de Matamoros, datos recientes de la Unidad de Atención Inmediata a Víctimas de Violencia de Género dan cuenta que mensualmente se reportan a esa dependencia entre 30 y 45 personas que sufren algún tipo de violencia,
El 14 de febrero es una fechan que el capitalismo ha utilizado para generar consumismo, con la imagen de un amor romántico, dulce, casi celestial. Sin embargo, el amor es algo más que un festejo o un regalo, el amor es una cualidad eminentemente humana que debe ser cuidada de los factores que la corrompen, como son la violencia y el tráfico sexual.
Un maestro del periodismo
Víctima de una larga enfermedad, murió al inicio de este mes el periodista poblano Antonio Juárez Burgos, un profesional y maestro del periodismo. Originario de Dolores Hidalgo, una junta auxiliar de Santa Clara Huitziltepec, de joven emigró a la ciudad de Puebla, donde realizó estudios eclesiásticos de humanidades y filosofía, para posteriormente dedicarse al periodismo, primero en el diario Novedades de Puebla, luego en El Sol de Puebla, de donde pasó a la entonces Dirección de Prensa y Relaciones Públicas de la Universidad Autónoma de Puebla.
Maestro de varios periodistas, publicó diversas obras fruto de su trabajo de investigación periodística e histórica, entre ellos: “La Catedral de Puebla”, “Carolino Siempre”, “Casa de los Muñecos”.
Descanse en paz, este buen compañero.