**La sociedad ha deformado la tradición vistiéndolos del niño Covid, huachicol o futbolero**
Elizabeth Soriano / Izúcar de Matamoros, Pue.
El 2 de febrero termina el ciclo de la Navidad en México, celebrándose el día de la Candelaria y de la presentación del Señor, por lo que cientos de feligreses católicos acuden a las iglesias con su Niño Dios, para así recibir la bendición del sacerdote.
Sin embargo, pese a ser una fiesta importante y religiosa, en la actualidad se ha deformado la tradición de vestir al Niño Dios, pues en el catálogo que muchos comerciantes tienen, además de santos y bebés, ya ofrecen de niño Covid, Huachicol, futbolero, entre otras, provocando que los líderes religiosos califiquen esto como denigrar la importancia del Niño Dios.
Asimismo, comerciantes de Izúcar de Matamoros, expusieron que, en el municipio, las personas prefieren adquirir las vestiduras de bebé, así como los ropones blancos como el niño de las palomas, los cuales son los más recomendados por los sacerdotes, mismas sugerencias que también toman en cuenta los vendedores para ofrecer sus productos.
Ante esto, la Parroquia de Santa María de la Asunción en Izúcar, compartió algunas recomendaciones a través de sus redes sociales, donde enumera formas de vestir al Niño Dios este 2 de febrero:
1.- El Niño no es un “muñeco”: la imagen representa a Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, por ello merece un especial respeto.
2.- Vestirlo de acuerdo a su dignidad de Hijo de Dios: al tratarse de Jesucristo, se le puede vestir con alguno de los atributos que celebra la Iglesia como el Señor de la Divina Misericordia, el Sagrado Corazón, Cristo Rey, el Buen Pastor, etc.
3.- No vestirlo como algún santo: no es adecuado porque “son los santos quienes buscan parecerse a Jesús y no al revés”, dice el padre José de Jesús Aguilar.
4.- No se enoja si no le cambian el guardarropa: se trata de una imagen hecha de cerámica, resina u otro material que no ve, no siente, ni escucha; y hay que recordar que el Niño Jesús nació en un establo, un lugar humilde; no se “molestará” ante el hecho de que le cambien o no la ropa.
5.- No se debe usar esta tradición solo para ganar dinero: no hay que dejarse llevar por el interés económico y ofrecer “novedades” que pueden ser contrarias al respeto religioso, como las vestimentas de equipos de fútbol, charros o incluso de la “santa muerte”.
6.- No convertirlo en un amuleto: vestir la imagen como “Niño del éxito y la prosperidad”, “Niño de la suerte”, “Ángel de la abundancia” o “Ángel del Amor” es convertirlo en una especie de amuleto. Esto es caer en superstición y es pecado porque pretende manipular a Dios.
7.- Tratar la imagen con reverencia: El padre Aguilar explica que “la Iglesia siempre ha enseñado que las imágenes del Niño Dios deben ser bellas, dignas y tratadas con decoro, porque nos recuerdan que Cristo nació, fue niño y creció entre nosotros”.