Gabriel Sánchez Andraca / Semana Política
Los últimos acontecimientos están colocando a Puebla en los mismos niveles de inseguridad que han padecido la mayor parte de los estados del país, es decir estamos entrando en la normalidad nacional.
El asesinato de la hija de Simitrio, el creador y líder de la agrupación de vendedores ambulantes “28 de Octubre”, en prisión domiciliaria, ha sido un duro golpe, que puede ser manejado, por varios grupos, con fines políticos, bien culpando al gobierno de ser el autor o señalándolo como falto de eficiencia para dar con los culpables.
Se hace necesario que las autoridades de seguridad de Puebla, en conjunto con las federales, aceleren los trabajos de investigación y de captura de los responsables, para impedir que el crimen cometido por cuatro pistoleros aparentemente a sueldo, según los informes de prensa, se convierta en un asunto político.
Unas horas después de cometido ese crimen, hubo un enfrentamiento entre miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación, en Chipilo, con dos líderes de ese cartel, muertos por los marinos a quienes se enfrentaron.
Se dice que los delincuentes eran jefes del cartel mencionado, en el vecino estado de Veracruz, donde el gobierno de esa entidad, había puesto precio, un millón de pesos, a quien informara sobre los dos delincuentes que ahora están muertos.
Horas antes de que ocurrieran los dos acontecimientos anteriores, fueron detenidos en territorio poblano, cerca de Amozoc, los miembros del grupo que participó en la muerte del jefe de la Policía Federal en Veracruz.
Aparentemente ninguno de los tres hechos está relacionado, pero hay quienes afirman, que el que se hayan dado en Puebla, daña la imagen del gobierno local, por lo que este está obligado a poner en claro las cosas y arreciar su lucha contra la delincuencia organizada o no organizada, pues además, se han dado numerosos robos en el transporte público de la ciudad de Puebla y se han cometido asaltos en importantes comercios de la zona de Angelopolis y de otras zonas de la capital del Estado.
Algo está pasando en Morena, aquí en Puebla, pues el pasado fin de semana, se dio una conferencia de prensa, que no presidió el dirigente estatal de ese partido, Biestro Bezanilla, sino el ex candidato del Movimiento de Regeneración Nacional, Abraham Quiroz, a la gubernatura del Estado, para anunciar la realización este domingo del Congreso Estatal de ese partido.
El Congreso morenista, se llevaría a cabo en las oficinas que el propio maestro Quiroz, tiene en la 3 Sur, entre la 13 y la 15 Poniente de la capital del estado.
Se dijo que el tema a tratar, será el de la designación de precandidatos a los puestos de elección popular en el 2018.
La corriente que preside el maestro universitario Abraham Quiroz, se propone poner candados para evitar que las candidaturas caigan en manos de oportunistas de reciente ingreso al partido de López Obrador.
Como dirían los jesuitas: “Es curioso”, los izquierdistas de Morena, pretenden poner candados a los aspirantes a ser candidatos de su partido a un puesto de elección popular y los liberales o derechistas del PRI (según el ángulo desde el que se vean) pretenden quitar los candados que en tiempos de Ernesto Zedillo, pusieron a los aspirantes a figurar como candidatos del partido tricolor.
Se dice que la razón en uno y otro caso, es el de tratar de evitar que un grupo de reciente ingreso se apodere de todo el botín, eso fue en el PRI que se vio invadido por la tecnocracia en los años setenta y ochenta, sin ningún antecedente partidista, fenómeno similar al que está aconteciendo en Morena, en la actualidad, pues gente que no solo ha sido ajena a la organización, sino que viene de partidos contrarios, prevalezca sobre los del grupo inicial, que se sienten con todos los derechos.
En el PRI, los tiempos han cambiado. Sus estrategas consideran que el candidato presidencial que el partido tricolor lance, no debe ser un priista típico, sino alguien que no sea militante del PRI, como es el caso de los secretarios de Hacienda y de Salud Pública, pero que tenga experiencia administrativa de alto nivel y una mentalidad abierta.
Para que cualquiera de los dos altos funcionarios del gobierno federal, puedan competir y uno de ellos pueda ser candidato priista a la Presidencia, se requiere quitar los candados impuestos para evitar la llegada de otro tecnócrata, en los tiempos de Zedillo.
Se dice que la decisión ya está tomada a favor de José Antonio Meade, el secretario de Hacienda y es muy posible que sí.
Ya vimos que en la Asamblea Estatal priista de la semana pasada, todo ya estaba planchado y que solo fue necesaria una tarde, para que los priistas poblanos aprobaran todos los acuerdos, previamente tomados por la cúpula de ese partido. Los candados para poner candidato a la presidencia a alguien sin que previamente haya ocupado un puesto de elección popular, serán quitados en la Asamblea Nacional de agosto. El acuerdo ya fue tomado por la cúpula partidista y los diez mil delegados que asistirán a la asamblea nacional, aprobarán dicho acuerdo, por unanimidad.
Desde aquí enviamos nuestra sincera felicitación al titular de Comunicación del gobierno del Estado, Ricardo Gutiérrez, por haber recibido la presea “Federico Barrera Fuentes” otorgada por el Club Primera Plana, de la ciudad de México, que cumplió 58 años de su fundación.
Este reconocimiento se dio a Ricardo Gutiérrez, por sus 20 años de ejercer el periodismo y porque como funcionario, ha sido respetuoso de la libertad de expresión.