El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, confirmó el primer caso positivo de la variante ómicron de Covid-19 en México; anteriormente el funcionario había dicho que era inevitable que esta variante llegara al país.
Se trató de un sudafricano de 51 años, quien arribó a México el 21 de noviembre y, seis días después, presentó sintomatología característica de Covid-19 leve; posteriormente recibió atención médica en un hospital privado de la Ciudad de México el 29 de noviembre.
La prueba de antígeno resultó positiva; durante su evaluación en urgencias se encontraba estable con saturación del 95 por ciento, por lo cual se mantiene en aislamiento preventivo voluntario.
La identificación de esta fue posible gracias al trabajo interinstitucional de vigilancia epidemiológica de todo el Sector Salud nacional, en los órdenes federal y estatal, además de la coordinación con instituciones de distintos países que posibilitaron contar con información oportuna para efectuar el hallazgo.
Desde que el pasado 26 de noviembre la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció a ómicron como “variante de preocupación”, el Sector Salud en México actualizó los protocolos de vigilancia genómica para efectuar la búsqueda intencionada de dicha variante.
Hasta la fecha, en México se ha identificado la circulación de las variantes de preocupación, denominadas alfa, beta, gamma, delta y la reciente, llamada ómicron.
Como se ha informado en ocasiones anteriores, una vez que se detecta una variante nueva en el mundo, ésta ya habría estado circulando en diferentes países, y es cuestión de tiempo encontrar los casos. Medidas como el cierre de fronteras, el bloqueo de personas o bienes, no son útiles y son más perjudiciales que benéficas.
Aunque los trabajos de investigación continúan en México y en el resto del mundo para identificar las características de ómicron, como son patrones de transmisión, gravedad, particularidades clínicas y factores de riesgo, entre otras, la OMS refiere que la vacunación contra Covid-19 sigue siendo fundamental para reducir la frecuencia de cuadros graves de la enfermedad y riesgos de muerte.