** El lento crecimiento del país asiático está causando varias afectaciones **
Desde 2020, China, considerado el país con la segunda economía más grande del mundo, no había tenido un crecimiento tan lento, esto a pesar de que se encontraba sumergido en una pandemia de la cual todos la culpaban.
Los problemas energéticos, interrupciones en la cadena de suministro de alimentos y una crisis inmobiliaria cada vez más profunda, han aumentado las inflaciones tanto a los precios del productor como del consumidor, efecto que no sólo está dañando a China, ya que varios países se han visto afectados por la desvalorización en la que está el país asiático.
El costo de los bienes que salen de las fábricas de China superó otro récord el mes pasado, y cada vez hay más señales de que los consumidores empiezan a sentir el impacto.
Octubre marcó la primera vez que la inflación al consumidor se recuperó en cinco meses. La tasa había ido disminuyendo gradualmente desde mayo. Pero el aumento de las facturas de energía y las interrupciones de la cadena de suministro de alimentos, han comenzado a impulsar los precios más altos.
Según los datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), el Índice de Precios del Productor (IPP), que mide la inflación mayorista, subió un 13.5% interanual; mientras que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se elevó un 1.5%.