**“Dijeron que no lo lograría, ahora soy enfermera registrada”, mencionó Amparito Ramírez Solano**
Natali López / Los Ángeles, CA.
Lograr el sueño americano no es nada sencillo, se presentan muchos retos en el camino, desde iniciar parte de tu vida en otro país, cambiar totalmente tus apellidos familiares por el de tu esposo, hasta entender que tu misma gente te pone el pie; por lo que importa mucho la mentalidad con la que te esfuerces para lograr lo que quieres, tal es el caso de la izucarense Amparo Ramírez Solano o “Amparito” como le dicen de cariño.
Amparo Ramírez viajó a los Estados Unidos en 1990, sin pensar en los retos que enfrentaría por el sueño americano, junto con su marido José Ángel Gutiérrez Hernández y su hijo José Ángel Gutiérrez Ramírez. “Inicialmente no llegué a los Estados Unidos con el pensamiento del sueño americano, pero al enfrentarme a la realidad, de ver cómo es la vida aquí y cómo tienen catalogada a nuestra gente, yo quería salir adelante con mi familia”, expresó Amparito.
En México, Ramírez Solano se graduó en educación con especialidad en física y química, y trabajaba en Izúcar como maestra en la escuela secundaria “Rodolfo Sánchez Taboada”, ella siempre tuvo buenas calificaciones en inglés.
Al estar en los Estados Unidos y querer buscar un trabajo, se dio cuenta que el nivel de inglés que conocía no tenía nada que ver con la realidad, el entenderlo y hablarlo era completamente diferente a lo que ella había estado estudiando; esto se convirtió en una frustración y en un reto.
“Mi hijo entró a la escuela, en una escuela donde no hablaban español, yo no me podía comunicar con los maestros, mi hijo no hablaba inglés, mis vecinos no hablaban español, me empecé a frustrar”, comentó en entrevista.
Sumado a ello, Amparo, buscaba empleo y sabía que tenía que enfrentar el reto de aprender el idioma; una conocida le ayudó a encontrar un trabajo como afanadora de limpieza en un asilo.
“Fue muy difícil mi primer día de trabajo, me la pasé lavando baños y limpiando cuartos; yo no pensé que iniciaría así, cuando en México yo había estudiado, pero también pensé que ningún trabajo es denigrante y yo dije que no me iba a quedar ahí, yo voy a salir adelante”, expresó.
Amparito empezó a estudiar el idioma, y conoció a personas dentro de ese primer trabajo que le ayudaron a comunicarse. “No entendía el inglés, los pacientes me ayudaban a aprender el idioma, pero también me metí a clases de inglés”, puntualizó.
Poco a poco fue aprendiendo más, incluso le llamó la atención el trabajo de las enfermeras, por lo que le preguntó a otra mexicana por esa labor, pero se dio cuenta que hay connacionales que no les gusta ayudar a salir adelante a otros. “Yo empecé a ver el trabajo de las enfermeras y me interesó, le pregunté a una mexicana sobre lo que realizaban y ella solo me dijo que yo nunca podría hacer eso, y entonces pensé que algunas personas de tu misma nacionalidad te hacen el camino más difícil”, expuso.
Tiempo después, Amparo Gutiérrez, tuvo la oportunidad de entrar a una escuela de enfermería vocacional, para ese entonces, ya tenía 3 hijas mas: Eva Desiree, Jordan Erandi y Brianna Zyanya Gutiérrez, le era complicado trabajar y estudiar, “mi esposo trabajaba muy duro y pagaba los gastos de la casa y sostenia a la famila, pero yo tenía gastos personales y recientemente habia comprado una minivan, por lo que dejar de trabajar no era una opcion”. Su madre, Eva Solano Martínez le ayudo cuidando a sus pequeñas. “Me daba miedo entrar a una escuela de enfermería, pero quería hacerlo y mi mamá me ayudó cuidando a mis hijas, incluso se fueron una temporada a vivir a México, porque durante el día yo estudiaba, y en la noche trabaja como asistente de enfermería”.
A pesar de esos momentos complicados, llenos de esfuerzos y sacrificios, Amparito pudo graduarse como enfermera vocacional. “Fue un proceso difícil, tenía que presentar diferentes exámenes y la misma mexicana que me había dicho que nunca lo iba a poder hacer, me repetía que no iba a pasar el examen porque era algo muy complicado, pero lo hice y me sentía más satisfecha en ese momento, que cuando me gradué en México”, comentó.
Con el paso de los años logró tener un mejor trabajo, además de que tenía la intención de seguir estudiando para ser una enfermera registrada. “Empecé a trabajar en otro lugar, ya era enfermera vocacional, ya me iba mejor, los hijos estaban creciendo, el trabajo cada día era mejor y me estanque, se me olvidó mi sueño de seguir estudiando y ser enfermera registrada”.
A la fecha, lleva más de 22 años como enfermera vocacional, pero fue hasta hace 2 años que su hermana Isaura de la Torre Solano, quien también ha ejercido como enfermera vocacional, y su hija Eva Desiree Gutiérrez Ramírez graduada como enfermera registrada, la animaron y convencieron de que volviera a estudiar.
“Hace dos años empecé a estudiar en línea junto con mi hermana Isaura, mi hija Evita y mis hijas del alma Ems & Elaine (todas ellas enfermeras registradas) han sido de gran ayuda en este logro, me han ayudado con las tareas y con el uso de la computadora, y sobre todo me han levantado cuando las fuerzas me abandonaban y ya no quería continuar con las clases. El Covid-19 nos cambió la vida a todos y fue muy complicado tener las clases y hacer nuestras prácticas”, detalló.
Ahora, después de dos años, Amparo e Isaura viajaron a Puerto Rico a realizar sus prácticas profesionales, donde conocieron a muchas personas y dentro de sus prácticas de enfermería estuvieron haciendo examenes de diagnóstico de Covid-19 y aplicando vacunas en contra de este. “Fue muy bonita experiencia, a los lugares que llegábamos nos recibían muy bien, decían: “ya llegaron las mexicanas, las Gutiérrez”, la relación que mantenemos con mis amigos los cubanos es muy bella y tenemos el propósito de que sea eterna” expresó Amparito en relación a su experiencia en Puerto Rico.
La Universidad de Puerto Rico EDP es una escuela reconocida y aceptada en Estados Unidos y su precio es mucho más barato que cualquier escuela dentro de los Estados Unidos, por lo que personas de diferentes países teniendo Español como primer lenguaje y residiendo en Estados Unidos nos sentimos motivadas para estudiar ahí. “Este año hicimos nuestras prácticas profesionales en Puerto Rico, fuimos las primeras mexicanas residiendo en Estados Unidos en asistir en este programa, la gente de Puerto Rico es muy amable, los profesores son excelentes y la mayoría de los estudiantes son cubanos, pero tuve compañeros dominicanos y peruanos”.
Después de dos años de estudiar y terminar con sus prácticas profesionales, el pasado 26 de agosto, Amparo Ramírez Solano e Isaura de la Torre Solano se graduaron como enfermeras registradas, la graduación fue virtual por la pandemia del Covid-19, por lo que familiares y amigos estuvieron viendo la trasmisión que emitió la escuela.
A pesar de los momentos complicados que vivió al inicio de su vida en los Estados Unidos, Amparo Ramírez Solano (Aka Amparo Gutiérrez) reconoce que ha sido muy bendecida, ya que no solo ha conocido a gente negativa, sino que también se ha encontrado mayormente personas que le han ayudado: “He sido muy bendecida, en mi camino he encontrado mayormente personas que me han ayudado, ahora en el trabajo, yo ayudó a los que se encuentran conmigo, porque en su momento yo hubiera necesitado a alguien como yo, alguien que me apoyara. Sobre todo me siento muy satisfecha que a esta edad, donde la mayoría de mis contemporáneos estan jubilados, yo estoy empezando una etapa más en mi vida y al fin logré hacer realidad mi sueño, el rodearme de gente joven me da energía y alegría pero el saber y sentir que mi esposo, hijos, familia y amigos me apoyan, me hace muy feliz ”, concluyó.