Las dirigencias estatales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN) no quieren aceptar su realidad. Insisten en afirmar que son fuertes y aseguran que gobernarán a 46 y 47 municipios cada uno. Niegan que hayan tenido un retroceso, como dicen muchos de sus militantes, lo que además es cierto.
Puebla tiene 217 municipios libres y soberanos, y de esos municipios los partidos opositores, que fueron los más importantes del país durante años, solo gobernarán 93; unos 21 en el caso del PRI y otros tantos el PAN, en forma directa, es decir, ganaron sin alianzas y los otros en alianza, entre ellos o con otros partidos.
Todos los municipios importantes, menos la capital del estado, Zacatlán y Chignahuapan, están en manos de Morena.
El PRI gobernará hasta el próximo cambio de gobiernos, 85 municipios, y a partir de octubre gobernará en forma directa, sin aliados, 21. ¿Eso significa fortaleza?
Acción Nacional, por circunstancias especiales ganó la capital de la entidad, pero ¿qué pasó en sus bastiones de los que tanto presumía? Tehuacán, Texmelucan, Atlixco, Teziutlán, entre otros, eran baluartes panistas.
En Tehuacán, que fue el primer municipio importante que llegó a gobernar el panismo poblano, en tiempos del gobernador Alfredo Toxqui, obtenía una votación de entre 40 mil y 50 mil. Y tuvo buenos Ayuntamientos. El pasado 6 de junio, obtuvo solo 10 mil, El panismo creció artificialmente con el grupo “morenovallista”, que ni sabía, ni sabe qué es, qué ha sido y cómo surgió el que dicen que es su partido.
Doña Genoveva, la dirigente estatal, es de ese grupo y los que sí son panistas, se oponen a que continúe en el cargo, como pretende el dirigente nacional don Marko Cortés que, a juzgar por sus discursos, tampoco es panista, ni sabe cuáles son los objetivos de ese partido.
En Tehuacán, el PAN se hizo fuerte por el PRI. Don Amador Hernández, que era el dirigente nacional de la CNC, tenía algún pleito en las alturas y le impusieron a una candidata a la diputación federal por el distrito del que don Amador era cacique, pero ya no dirigente nacional cenecista.
Era un cacique carismático al que la gente seguía, y logró voltearle la tortilla a quienes querían hacerlo perder y la elección tuvo que anularse. Se repitió ya con un candidato a gusto del mandamás de la región.
En la siguiente elección municipal, los cenecistas hicieron ganar al PAN y el resultado fue bueno, pues fue un ayuntamiento exitoso. Y a partir de entonces Tehuacán fue un municipio de alternancia PRI-PAN y funcionaba con altibajos pero bien.
ATLIXCO Y TEXMELUCAN TAMBIÉN FUERON plazas panistas donde se dio la alternancia con beneficios para la población.
El PRI, como todos sabemos, fue el “partido fuerte de México”, donde no se movía la hoja de un árbol, sin la voluntad del presidente, que era priísta desde luego.
Llegó el neoliberalismo con Carlos Salinas de Gortari al frente y todo se derrumbó: creció la corrupción a límites intolerables; la clase política priísta experimentada fue puesta de “patitas en la calle” y sustituida por doctores en economía egresados de Harvard, Boston y otras prestigiadas universidades gringas, que carecían de oficio político, de sensibilidad social y lo más grave, de sentimiento patriótico, y todo lo pusieron de cabeza con el afán de ser del primer mundo, algo que ellos, los gobernantes, sí lograron, sacrificando a las clases medias y populares que cayeron en pobreza.
Los dos presidentes de la República del PAN, Fox y Calderón, fueron pésimos gobernantes, sin vocación y sin oficio, pero eso sí, buenos para derrochar dinero y para echar a perder todo lo bueno o lo regular que se había realizado. Dejaron al país hecho un desastre.
Lo malo es que ni los priístas, ni los panistas de ahora, quieran aceptar la realidad y estén soñando en un retorno al poder, que en las circunstancias actuales, sería imposible y sueñen que son fuertes y que están ganando.
No se preocupan de reorganizarse, de recuperar su identidad ideológica, de cuidar e incrementar su militancia y sobre todo, de capacitar a sus jóvenes para que sean buenos administradores y políticos con sentido patriótico. Se les va el tiempo y la vida, en dimes y diretes, en chismografía barata, que es la base de toda guerra sucia, de la que se han vuelto especialistas.
EJIDATARIOS DE ROMERO VARGAS, DENUNCIARON a las hermanas Vera Báez, hijas de quien fue durante cuarenta años el mandamás del ejido, de pretender ahora ser ellas las mandonas, es decir, constituir un cacicazgo familiar para eternas memorias.
Utilizando, dicen los ejidatarios, a hombres armados, han impedido que el comisario ejidal electo de acuerdo con la ley, cumpla sus funciones y que se realicen reuniones ejidales donde se tratará el asunto relativo a los trámites que deberán seguir para que el ejido pase a ser de pequeños propietarios.
Informaron que el pasado sábado, a las 16 horas, citaron a una nueva reunión para tratar sus asuntos y denunciaron que las hermanas Mirna Andrea y Karla Michelle, estaban preparándose para impedir la reunión. Ellas quieren a fuerza, seguir mandando en el ejido, como lo hacía su padre Andrés Vera.
Han solicitado la presencia de las autoridades estatales, para terminar con esa situación que podría salirse de control y provocar una tragedia.
EL MIÉRCOLES FUERON CREMADOS LOS RESTOS del periodista Gonzalo García Sánchez, muy estimado en el medio. Fue reportero de sociales y culturales en el Sol de Puebla, de Novedades de Puebla y colaboró con diversas organizaciones culturales y artísticas, entre ellas la del Barrio del Artista, a cuyo frente estaba el doctor Bolaños, de quién fue su brazo derecho.
Enviamos nuestras sentidas condolencias a sus familiares y amigos entre ellos a los integrantes de la Familia Novedades, donde era muy querido por todos.