**Un alto número de estadounidenses se han negado a ser vacunados**
Josue Escudero / Estados Unidos.
Estados Unidos era uno de los países que parecía estar saliendo de la pandemia provocada por el Covid-19, en algunas ciudades ya no era obligatorio el uso del cubrebocas e inclusive varias actividades como conciertos y encuentros deportivos estaban en una aparente normalidad, pero el virus volvió a atacar de una manera potente.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) han reportado que más del 98% de los ciudadanos de Estados Unidos vive en zonas en las que existe un riesgo “alto” o “importante” de transmisión comunitaria de Covid-19, frente al 19% de los residentes de hace solo un mes.
La variante Delta ha sido uno de los grandes factores por los cuales el virus volvió crecer en el país; aunado a que es muy contagiosa, está el problema de la poca tasa de vacunación de sus habitantes, que a pesar de contar con el acceso a la vacuna se niegan a ser inoculados.
Los números mostrados por la CDC son alarmantes; en ellos se puede ver el avanzado aumento de comunidades consideradas en alto riesgo de trasmisión colectivas del virus.
Tan sólo el lunes 9 de agosto, dos mil 361 condados de Estados Unidos se encontraban en el nivel “alto”, lo que supone un aumento considerable con respecto a los 457 condados que figuraban en el mismo nivel a principios de julio, aumentando de una manera veloz en tan sólo cinco días.
Las vacunas son la herramienta más eficaz para combatir el virus y el país norteamericano es una de las entidades con mayor accesibilidad a éstas; el problema está en que gran parte de sus habitantes se ha negado a ponérsela, por lo cual varios mandatarios han optado por poner medidas aún más extremas, como hacer de la vacunación una obligación y no algo opcional.