Josue Escudero / Ciudad de México.
El predial es un impuesto cobrado directamente por los municipios, sobre la propiedad de bienes inmuebles. Lo cual significa una fuente de ingresos estable, pues el valor de la propiedad no cambia tanto como el ingreso de las personas, incluso las haciendas locales lo determinan mediante censos.
Este impuesto sólo se cobra a personas que cuentan con bienes inmobiliarios, lo que lo convierte en redistributivo, pues los recursos se usan para brindar servicios públicos que benefician a toda la ciudadanía. A pesar de eso, se ha visto que los municipios le han sacado poco provecho a este recurso que puede generar grandes obras.
Esta fuente puede originar grandes recursos a los gobiernos locales, llegando hasta los 85 mil millones de pesos. A pesar de eso, con el paso de los años el monto es cada vez más bajo en México, quedando por debajo de países que recaudan el 0.41% de su Producto Interno Bruto (PIB) en predial.
En información dada a conocer por el director Especial de Hacienda Municipal del Instituto para el Desarrollo Técnico de las Haciendas Públicas (Indetec) José Luis Flores Mota, se puede conocer por qué no se le saca provecho a este tipo de prepuesto.
Cuando los municipios carecen de los ingresos generados por la recaudación del predial, se ven obligados a tocar la puerta de gobiernos estatales, los cuales están sujetos a la transferencia de participaciones federales; sin embargo, la Federación no garantiza siempre la misma cantidad de recursos.
En momentos de recuperación económica incierta y de menores asignaciones federales, el predial podría compensar los ingresos para gobiernos locales. Aunque existen localidades que rechazan este tipo de cobros.
La recaudación de predial para las municipalidades significaría también el fortalecimiento de los ingresos propios, pero de manera especial representaría una ruta a la independencia económica, con lo cual se podría generar una mayor cantidad de obras para favorecer el desarrollo de los municipios y sus ciudadanos.