Un gato fue detenido cuando intentaba ingresar a una cárcel panameña con droga envuelta en su cuerpo, según informaron autoridades de ese país.
El felino fue descubierto por algunos custodios que cuidaban las puertas de la cárcel Nueva Esperanza, en la provincia de Colon; el minino se dirigía a la cerca perimetral del centro penitenciario.
El director general del Sistema Penitenciario panameño, Andrés Gutiérrez, declaró que el animal tenía una tela amarrada al cuello, en donde había dos envoltorios con lo que al parecerá era marihuana, cuatro envoltorios de polvo blanco y otro con hojas.
Ante esto el discal de drogas de Colon manifestó que aparentemente el gato intentaba ingresar al centro penitenciario con cocaína, crack y marihuana.
Tras la captura del gato, la Fiscalía de Drogas de Colón y Guna Yala anunció en su cuenta de Twitter haber iniciado “investigaciones por la utilización de animales para el traspaso de sustancias ilícitas al Centro Penitenciario Nueva Esperanza”.
El ministerio de Gobierno informó que una vez tomadas las evidencias, el gato fue entregado a una fundación defensora de los animales.
Las autoridades de ese país sospechan que no es la primera vez que sucede algo así, pues creen que los animales son engañados con comida desde las cárceles para haceros regresar con sustancias ilícitas.
Según advierten los expertos, la mercancía es colocada en sus cuerpos cuando están el exterior de la cárcel o inclusive dentro de los mismos pasillos de los complejos carcelarios.
Cabe destacar que en ocasiones anteriores las autoridades panameñas también han descubierto el intento de los narcotraficantes para ingresar droga a las cárceles a través de comida, ropa, palomas o mediante la utilización de drones.