No sé ustedes; para mí la cotidianidad la vivo y veo a través de las redes sociales. Me he vuelto un adicto a ellas. Y en esta pandemia, más. No es necesario que lo digan, lo sé, está mal.
Mi confinamiento lo he vivido de la mano de Facebook, Twitter, Tik tok (este último cómo me divierte, con decirles que hasta mi comadre le ha entrado duro, je) y aplicaciones como Instagram, sobre todo los fines de semana; ya saben #SelfieSunday; como dice la chaviza.
Pero, ¿saben?, el pasado miércoles 10 de febrero, navegando en las redes, me encontré con una inauguración de obra en Ayutla, aquí en mí trópico izucarense.
El satisfacer las necesidades básicas de la población, es indispensable; es decir, el que una población cuente con drenaje, luz, calles pavimentadas y áreas verdes, permiten un mejor nivel de vida, eso lo digo yo, y seguramente la autoridad que entrega la obra.
Pero, lo que me llamó la atención, fue el discurso del ciudadano que tomó la palabra para dirigirse a las autoridades presentes, con una lucidez esperanzadora que contagia.
A través de la pantalla de mi smartphone contemplé: una hermosa tarde de febrero, con el cielo y los espíritus de los presentes en calma. Los vecinos de la calle, observando el acto protocolario. Una calle limpia, recién hecha, ¡de gala!
Y escuché con atención, la voz de don Lázaro Tenorio, que respiró profundamente, y con voz madura, dijo:
“De manera muy personal admiro y aplaudo la labor titánica de nuestro presidente (Andrés Manuel López Obrador); quien, preocupado por la transformación de todos los rincones de nuestra patria, encuentra eco en la persona de nuestro presidente municipal (Benjamín Hernández Lima), quien siguiendo al pie de la letra la encomienda de esta tarea, lleva a cabo el mejoramiento, no sólo de Ayutla, sino de cada comunidad perteneciente a este municipio, no sólo con obra pública, sino atendiendo también, todas las solicitudes y dando respuesta inmediata a cualquier necesidad de la población en general.
Me atrevo a decir que las incontables obras que se han realizado no tienen precedente, más que del periodo de la primera administración, del profesor Melitón Lozano, quien de la misma forma trabajó y realizó muchas obras y acciones en beneficio del municipio entero”; aquí se detuvo, pues los presentes, aplaudieron… y ¡cómo no hacerlo!, si estaban hablado de su paisano; el Secretario de Educación; el hijo pródigo de Ayutla, quien en su momento abrió campaña en Ayutla, allá por el 2018, que terminaría por llevarlo a la silla de la presidencia municipal (por segunda ocasión).
Sin embargo, la ovación no lo distrajo, estaba tan concentrado que prosiguió: “y que si seguimos el curso de la historia los gobierno municipales anteriores, -lo digo con tristeza-, no sólo nos dejaron obras mal hechas, como la intervención de nuestra escuela, (Primaria Miguel Hidalgo) con un techado de filtrasol, pero eso sí, con un costo muy elevado; o nos hicieron obtener el reconocimiento como el municipio gobernado por un narco; o en la administración pasada, donde actualmente, quien estuvo al frente (Manuel Madero), está siendo investigado por grandes desvíos de dinero; como ven al igual que está sucediendo a nivel federal y estatal, con Mario Marín y los Moreno Valle, también aquí podríamos encontrar, muchas más sorpresas si le seguimos buscando. Para mi modo de apreciar y sin temor a equivocarme, tenemos una réplica, a nivel estatal y municipal de los principios que enarbola Andrés Manuel López Obrador y esto debe tener CONTINUIDAD, en los gobiernos que elijamos, por el bien de la nación, Puebla, nuestra patria chica y desde luego Ayutla”.
Lo escuché, reflexiva y detenidamente y llegué a la conclusión: si lo dicen los ciudadanos, ¡yo les creo!
Nos leemos nuevamente cuando los astros se vuelvan a alinear.