Redacción
Comienzan los tropiezos en el Senado a la reforma migratoria que propone el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, esto luego de que los demócratas han tardado apenas unos días en evaluar hasta dónde puede llegar la ambiciosa propuesta y reconocen que, si surge algo, será probablemente mucho más modesto, debido a que el senado, pese a que los demócratas lo dominan no tienen mayoría.
Con respecto a la propuesta de la creación de estatus previo a la residencia llamado Lawful Prospective Immigrant (LPI) o Potencial Inmigrante Legal, que tendrá una duración de seis años y podrá ser renovable, el proceso de ciudadanía considerado en el plan se demoraría sólo tres años en algunos casos y hasta ocho en otros.
Ante ello, el senador de Illinois y segundo en la jerarquía demócrata en la cámara alta, Richard Durbin, afirmó que el paquete que tiene más posibilidades de salir adelante ofrecería una vía a la ciudadanía para los más de 6 mil dreamers que tienen permisos temporales de residencia gracias a la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).
Durbin, calificó el plan de Biden de “aspiracional”, apuntó que espera también otros elementos, como más visas para trabajadores agrícolas y de otro tipo.
“Una reforma migratoria integral va a ser difícil por este entorno”, coincidió Lindsey Graham, senadora republicana de Carolina del Sur, quien ha trabajado con los demócratas en acciones migratorias previas.
Por su parte, el senador demócrata de Nueva Jersey Bob Menéndez mencionó que aprobar la reforma migratoria en el Senado, en especial, “es una tarea hercúlea”.
Cabe hacer mención que el Senado está dividido de forma equitativa entre demócratas y republicanos, cuando hay un empate el voto decisorio lo pone el vicepresidente Kamala Harris. Pero para salir adelante, la legislación importante debe contar con 60 votos a favor para evitar el filibusterismo: una táctica dilatoria para obstruir la aprobación de una ley. Ante ello, 10 republicanos deberían unirse a la totalidad de los demócratas para promulgar una reforma migratoria, algo complicado.
Con información de La Jornada