Más de 800 personas fueron dispersadas por autoridades federales y municipales de las distintas playas en la bahía de Acapulco, cuando pretendían celebrar la llegada del Año Nuevo.
Además, desplegaron distintos operativos de inspección para mantener bajo estricto control sanitario, y al mismo y tiempo constatar el cumplimiento de las acciones preventivas contra el covid-19.
El operativo fue encabezado por el secretario general del ayuntamiento, Ernesto Manzano Rodríguez, la noche del jueves y madrugada de este viernes, en el que participó personal de Protección Civil, Reglamentos y Espectáculos y Vía Pública, así también elementos de la Policía Urbana, Policía Turística, Policía Vial.
También, acudió personal del Centro de Atención y Protección al Turista (CAPTA), quienes durante el recorrido de inspección por la franja turística cerraron bares, centros nocturnos, cantinas y taquerías que rebasaban el horario permitido de funcionamiento y se iniciaron procesos administrativos contra una miscelánea con razón social «Corona Beach», por incumplir con el horario permitido para la venta de bebidas alcohólicas.