Las autoridades estadounidenses revocaron la protección de deportación a una mexicana que se convirtió en un símbolo del debate sobre inmigración ilegal cuando estudiaba en la Universidad Estatal Kennesaw, en Georgia, hace siete años se informó el día de ayer.
Su caso fue ampliamente cubierto por medios de comunicación hace siete años, cuando Jessica Colotl, inmigrante mexicana, fue arrestada y confinada en un centro de detenciones por 37 días, debido a una infracción de tránsito.
En aquel entonces Jessica tenía 22 años y estudiaba en la Universidad Estatal Kennesaw, en Georgia. Mientras estuvo detenida, sus compañeras de fraternidad protestaron con afiches que llevaban su nombre durante una marcha por reforma migratoria en Atlanta.
La chica terminó convirtiéndose en el símbolo visible del debate sobre inmigración irregular y su caso fue señalado regularmente por activistas tanto liberales como conservadores.
Ahora su nombre regresó a la palestra pública. La semana pasada, las autoridades cancelaron la protección que tenía bajo DACA. Al día siguiente, un abogado del gobierno le pidió a un juez de inmigración que emitiera una orden de deportación.
En el 2012, tras graduarse, Colotl solicitó el beneficio del programa de suspensión temporal de deportación para jóvenes traídos a Estados Unidos de manera ilegal cuando eran niños, conocido como DACA. Sus padres la trajeron a los 11 años. Su solicitud fue aprobada en el 2013 y se la renovaron el año pasado.
El programa administrativo del expresidente Barack Obama ofrece suspender la deportación a personas sin autorización que pueda probar que llegaron a Estados Unidos antes de los 16 años, han permanecido en el país por varios años y no han cometido crímenes desde su llegada.
El presidente Donald Trump tomó una línea dura sobre inmigración durante su campaña presidencial, pero después suavizó su postura para los beneficiarios de DACA.
Por esto, el abogado de Colotl, Charles Kuck, dice que la revocación del estatus de DACA demuestra que Trump no ha dicho la verdad.
«Trump prometió que los chicos DACA iban a estar bien», dijo el abogado. «No ha cambiado nada en el caso de Jessica… Con mala intención, ellos solo la están castigando por ejercer sus derechos bajo las políticas aprobadas por el gobierno».
El portavoz del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) Bryan Cox informó que Colotl admitió culpabilidad de un delito mayor en agosto del 2011. Aunque se le permitió participar en un programa de reformación previo al juicio, eso es considerado una sentencia para propósitos migratorios, dijo Cox.
Kuck disputa esa aseveración. Dijo que ella cumplió con los términos del programa, lo que significa que no tiene una sentencia penal.