Redacción / Puebla, Pue.
Ego quasi pecuniam, frase en latín para decir “Me gusta el dinero”, fue el enunciado que se leía en un par de placas hechas de yeso que fueron puestas a las afueras de la Catedral de Puebla.
Con el relieve de una figura de Papa, ambas placas fueron puestas por desconocidos, en una acción que denunció el cronista Pedro Mauro Ramos.
El cronista dio a conocer que caminando justo enfrente de la Catedral se percató de las placas, por lo que de inmediato denunció el hecho ante los encargados, para que de esa manera de hicieran cargo de retirarlas.
Ramos consideró que las placas no fueron hechas por cualquiera, pues los relieves delatan que es una persona que conoce principios de escultura, además de su conocimiento de latín básico.
El cronista destacó que, para él, la intervención fue como una forma de lastimar el patrimonio cultural de Puebla, sobre todo al colocar esas placas frente a un símbolo arquitectónico tan importante en el estado, como lo es la Catedral; no obstante, las placas fueron retiradas y destruidas fácilmente sin dañar el inmueble.