Hipólito Contreras / Opinión Libre
Hoy como nunca, empresarios, comerciantes, trabajadores, maestros, mujeres, estudiantes y la sociedad en general, alzan la voz contra la inseguridad que se vive en Puebla; de acuerdo a las instituciones, hay un alto promedio de delitos diarios, homicidios y desapariciones de personas. Puebla de Zaragoza ya no es tan segura como antes, sin que sea aún la más insegura como algunos dicen.
Lo que pasa es que la Ciudad de Puebla ha crecido demasiado en los últimos 30 años, y con ello los problemas también, no es lo mismo una ciudad pequeña a una enorme ciudad. El primer gran problema que se detecta en una gran ciudad es la inseguridad, se necesitan más policías, más patrullas, más videocámaras, más equipos, más recursos, etc.
Hemos dicho en diversidad de ocasiones, que lo fundamental es atacar las causas de la inseguridad, crear las condiciones y ofrecer oportunidades de trabajo, estudio, vivienda, transporte, deportes, cultura, alimentación, salud, salarios dignos, infraestructura, servicios para todos; cuando esto ocurra, la inseguridad se terminará casi de manera total.
Si el nuevo gobierno en sus tres niveles se pone a trabajar en este sentido, México avanzará a ser uno de los países no sólo de los más seguros, sino de los más desarrollados del mundo.
Sin embargo, para lograr este nivel se llevará tiempo; seis años no son suficientes, pero se puede avanzar mucho, si este gobierno se decide a cambiar ya el actual estado de las cosas.
Mientras esto no suceda, hay que trabajar en las estrategias para combatir la inseguridad; mientras las acciones de gobierno avanzan para que la gente viva mejor, a la delincuencia se le debe enfrentar de manera directa con diversas estrategias.
En el gobierno, en sus tres niveles, debe haber inteligencia policial, una estructura, un cuerpo de seguridad que esté presente en cada uno de los 217 municipios del estado, lo mismo en cada comunidad, colonia, junta auxiliar, unidad habitacional, etc. Con esa estructura los delincuentes no podrán entrar ni salir de ningún lado, no les será tan fácil.
Esto tiene un costo, porque se tiene que pagar a todos los que vigilen, se les debe capacitar, adiestrar y equipar, no hay de otra, es la única forma de combatir la inseguridad en estos momentos. Que puede haber voluntarios que dediquen su tiempo a vigilar, puede ser, pero lo normal es que reciban un pago.
Todo esto debe formar parte de la estructura de seguridad a nivel estatal y municipal, una estructura bien montada, organizada y capacitada. A esta estructura se le sumará la seguridad federal en cada uno de los municipios.
Cada uno de los caminos, carreteras y autopistas deben estar vigilados las 24 horas, un patrullaje constante, ningún delincuente tendría escapatoria, toda salida estaría bloqueada por los cuerpos de seguridad.
Al estar todo el estado dotado de una estructura compleja de seguridad, la delincuencia bajaría su nivel al verse rodeados por la vigilancia. Esta estructura compleja y numerosa sería costosa para el gobierno y la sociedad, pero no hay de otra en este momento, mientras no se tengan las condiciones para dar a cada ciudadano lo que necesita para vivir con dignidad, la inseguridad se debe combatir de manera frontal y directa, no hay otra solución.
Si una colonia, comunidad o unidad habitacional, por ejemplo, cuenta con su estructura de seguridad en los cuatro puntos cardinales, y si está equipada y capacitada, los delincuentes no podrán actuar, porque no tendrán entradas ni salidas.
Imaginemos un territorio de mil por mil metros cuadrados donde se ubica una comunidad; la estructura policial debe ser suficiente para cubrir ese territorio y no dejar salida a presuntos delincuentes, debe ser como una reja imaginaria que se va cerrando en forma rápida ante una emergencia, ante la presencia de actos delictivos.
Por supuesto, lo deseable es que no haya esta compleja estructura de seguridad porque es costosa; se tienen que destinar muchos recursos que son necesarios en sectores fundamentales como salud, campo y educación, pero en estos momentos y días no hay otra alternativa para brindar seguridad a todos. A la delincuencia se le debe enfrentar con una compleja estructura de seguridad en la que autoridad y sociedad participen en forma coordinada.