Por: Gabriel Sánchez Andraca
Un muy apreciado amigo nuestro, agudo observador de la política nacional, cuyo nombre nos pidió no revelar, nos dijo ayer, que el problema más grave del país, es la falta de liderazgos políticos y sociales.
Por eso los partidos están en una crisis que parece no terminará nunca, porque en ninguno ha surgido un líder honesto, patriota y carismático, para emprender reformas sustanciales dentro de las propias organizaciones políticas existentes.
El líder más interesante de la actualidad, es el Presidente Andrés Manuel López Obrador, afirma, que ya está en la presidencia, pero que carece de una organización fuerte que le ayude a echar a andar al elefante reumático, como dice el mismo presidente, que es el país que le dejaron los priístas y panistas que le antecedieron en el poder, y que ahora quieren aliarse, “nomás hazme el favor” para derrotarlo en las elecciones intermedias del 2021.
“La alianza PRI-PAN, me parece tan aberrante como lo fue la del PAN-PRD, que acabó en desastre”
¿Y porqué aberrante, si tanto el PRI, como el PAN, son de derecha?
“No eso no es cierto. Estoy de acuerdo en que el PRI empezó su giro a la derecha desde el gobierno de Manuel Avila Camacho y esa derechización siguió con Miguel Alemán, pero el PRI regresó al liberalismo mexicano con los gobiernos de Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos, Díaz Ordaz, Echeverría y López Portillo”.
Se dice que Díaz Ordaz, fue derechista, dijimos. “Políticamente no lo fue.
Se formó en la etapa de los cacicazgos, Maximino Avila Camacho, en Puebla, en cuyo gobierno se inició como funcionario público; en todo caso fue autoritario, como era el estilo de gobernar de los revolucionarios convertidos en gobernantes y al parecer también era creyente, pero nunca lo viste yendo a misa con su esposa, como lo hacía Fox o comulgando en la Basílica, como Peña Nieto.
Era liberal a secas”.
“Hay dos tipos de derechas en México: la religiosa, que hasta provocó una revolución en el Bajío en los años 20, a la que perteneció el PAN y una derecha económica, que es a la que perteneció el PRI en la etapa neoliberal impuesta por Carlos Salinas.
Pero el liberalismo mexicano que puso a la Iglesia Católica en su lugar sigue existiendo en el gobierno y en el sentimiento de gran parte de los mexicanos y a eso me refiero cuando digo que es aberrante la alianza PRI-PAN. No puedo concebir que quienes guerrearon durante la Reforma por lograr la separación del gobierno y de la Iglesia, ahora se unan para derrotar a López Obrador”. ¿Y no ya se reconoció a la Iglesia oficialmente con las reformas al 130 constitucional?
Bueno Carlos Salinas era o mejor dicho es, .por su formación académica, un liberal al estilo gringo.
El piensa como gringo y tiene un sentido práctico de las cosas y por eso dio reconocimiento a las iglesias, pero nunca pensó en que iba a haber un rechazo silencioso pero enérgico, de la población.
El, durante su estancia en los Estados Unidos, se salió de la realidad mexicana y quiso actuar como lo que ya era mentalmente, como gringo: apoyar al gran capital, volverse un gran capitalista y no pelearse con la Iglesia que es una fuerza real entre las clases populares y a los pobres que iban en aumento, entretenerlos con ese cuento de Solidaridad.
“Mira, acaba de realizarse la asamblea constitutiva del partido Redes Sociales Progresistas, de la maestra Elba Esther Gordillo y fue un éxito. Juntó a cuatro mil personas.
Después del desprestigio que se ganó como dirigente magisterial, como aliada de Martha Sahagún de Fox, como aliada de Calderón y como presa política, junta a esa cantidad de gente, que no reúne ningún partido en formación, te habla de la capacidad de liderazgo que tiene la señora y de que ante la falta de auténticos líderes políticos en el país, ciertos sectores recurren a los de siempre haciendo válido el dicho de que “más vale malo por conocido, que bueno por conocer”.
Doña Elba Esther, será aliada de Andrés Manuel a nivel nacional y de Migel Barbosa, a nivel local, pues son muchos los maestros y no maestros que se sienten mal en Morena, por la falta de organización, de orden, que existe en ese partido que todavía no se ha consolidado, pero quieren estar al lado del Presidente y del gobernador de Puebla y esa es una forma de lograrlo”.
“Ya para terminar te diré algo: la idea de una alianza PRI-PAN va a terminar en desastre, como acabó la alianza PAN-PRD. Habrá priístas que abandonen el PRI y habrá panistas que abandonen al PAN. Es una idea pésima.