Letras Libres
Por: Emilio Castro
En días recientes, a raíz de la supuesta violación de una joven de 17 años por parte de elementos de Seguridad Pública en la Ciudad de México, se llevaron a cabo una serie de marchas y manifestaciones en señal de protesta por este hecho reprobable.
En México, todos los días las mujeres son víctimas de violencia real y simbólica. De acuerdo con cifras oficiales, en los pasados tres años los feminicidios se duplicaron en el país, al pasar de 407 en 2015 a 845 en 2018. Es lamentable que sigamos siendo parte de una sociedad en la que los derechos de mujeres y niñas sean violentados de diversas maneras.
Por otro lado, la protesta social es legítima y lo que debemos hacer es apoyarla y mucho más, cuando lo hacemos desde la comodidad de un sillón. Lo que no podemos apoyar es el vandalismo y cuando ciertos sectores pretenden hacer suyo estos movimientos sociales.
Vea usted a lo que me refiero estimado lector.
En nuestro municipio, comenzamos a ver cierto orden en diversas áreas: vialidad, comercio, seguridad, cultura, deporte, etc. Este orden tiene como consecuencia resultados en temas de seguridad, algo que nos compete a todos.
Al haber orden vial y regulación de vehículos disminuyen los asaltos. Al haber orden en comercio se evita la informalidad y la posible venta de productos robados o de dudosa procedencia. Y así, podremos enlistar diferentes hechos.
¿Por qué ciertos grupos se quieren apoderar de luchas legítimas? ¿Qué intereses persiguen?
Es justo que la gente tenga derecho a ganarse la vida en la venta de mercancías y productos.
Lo que no es justo es que lo hagan de manera ilegal. Tampoco es justo que lo hagan invadiendo vías públicas (banquetas y arroyo vehicular) transgrediendo los derechos de los peatones. Mucho menos que lo hagan violando la propia Ley.
Es justo que a los trabajadores se les respeten sus derechos laborales. Lo que no es justo que cobren derecho de agua a los ciudadanos a través de la instalación de miles de tomas clandestinas.
¡Los ciudadanos demandamos justicia! Justicia para las mujeres, para los trabajadores. Justicia por la paz. Pero también demandamos calles limpias y ordenadas, servicios públicos de calidad: agua, seguridad. ¡Justicia para todos!