Opinión Libre / Hipólito Contreras
Hoy los medios de comunicación se nutren de las malas noticias, lo negro de la sociedad y la violencia es lo que muestran todos los días, parece que para los medios no hay buenas noticias, no hay nada rescatable que le sea útil, benéfico y positivo a la sociedad.
Un pequeño análisis mostraría que por lo menos un 80 por ciento de las noticias en los diferentes medios tienen que ver con hechos de violencia, eso es lo que escucha y ve la gente todos los días, la violencia la tiene en los oídos, en el cerebro, en todos lados.
Los medios podrían justificarse y decir que la violencia es lo que encuentran cada día, hechos delictivos constantes y que no pueden callar, podría ser, pero ellos podrían cambiar si quisieran, siempre habrá cosas mejores que decir.
Esto quiere decir que si predominaran las buenas noticias, hechos destacados, acciones de gobierno y de la sociedad, de los empresarios, las universidades, de los productores del campo, de los investigadores, de los deportistas, etcétera, los medios lo difundirían, pero si es violencia, hechos delictivos, lo que encuentran, eso difunden, pareciera que es el justificante de los medios para que difundan mucha violencia.
Los medios podrían ser diferentes y buscar lo bueno de la sociedad, lo bueno del gobierno, lo bueno de los diversos sectores, podrían difundir, arte, cultura, ciencia y sano entretenimiento. Hay mucha gente y grupos que hacen cosas buenas, eso es lo que hay que difundir.
El tema llevaría a un análisis de lo que sucede con los medios en un sistema consumista de libre mercado que prevalece en México, ¿qué es lo que interesa a los medios en México? Esto llevaría a legislaciones y reformas a las leyes en materia de comunicación.
Sin embargo, hay una realidad en Puebla y el país, y no se puede ocultar y sin que estemos en guerra, hay mucha violencia, se afirma, de acuerdo a cifras oficiales que cada hora se comete un homicidio en México, o sea 24 al día.
¿Por qué tanto delito, por qué tanta violencia? Esto se hablaba de Brasil, de Guatemala, Perú, Colombia, y parece que ya no es así, que las cosas han cambiado, las políticas de gobierno han funcionado en esas naciones. Colombia, por ejemplo, fue rehén de la violencia por varias décadas, los grupos armados se habían adueñado del país, después de medio siglo entregaron las armas y se integraron a la sociedad civil, fue un gran paso para Colombia.
En México las cosas se complicaron tanto que en Michoacán y otros estados se formaron grupos de autodefensa, la sociedad ya no se sentía protegida por la autoridad y procedió a defenderse con sus propios medios.
Cuando ya no hay gobernabilidad empieza el desorden, cada quien se defiende como puede, esto es lo que de hecho ya sucede en todo México, la sociedad se organiza para crear sus propias acciones de defensa.
Pero ¿por qué la violencia? Porque algo o mucho no está funcionando en los tres niveles de gobierno, no sólo porque no hay una pronta y expedita impartición de justicia sino porque no hay equidad en el país, no existen políticas y acciones de gobierno que beneficien a todos, la vida es cara en todos lados y los ingresos son bajos, limitados.
En México aún hay un grupo de millonarios que controla la vida económica, ellos son los dueños de las comunicaciones, de la comercialización y producción de productos, ellos controlan el agua, el transporte, la salud, la educación, ellos crean las leyes que les convienen, ellos son aún los dueños de México.
Esto es un generador de violencia, la inconformidad de muchos lleva a eso, aunque digan que la causa de la violencia es multifactorial.
Si claro, con la entrada del nuevo gobierno se ven señales de cambio, de transformaciones, de cambios de leyes, de mejores políticas públicas, pero mientras esto no suceda el país seguirá igual.
La violencia sólo se puede acabar en un buen gobierno y en una mejor sociedad, y esto no se logra de la noche a la mañana, ni es mediante decretos, es un largo proceso que México ya inició, esperamos que no den marcha atrás, la violencia pude ceder en un buen gobierno, en una mejor sociedad.