Por: Natali López
El tema polémico de la semana, el perdón de AMLO. Todo surgió el pasado domingo cuando el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador le pidió a España y al Vaticano una disculpa a los pueblos originarios de lo que hoy es México, por la sangre derramada y las “violaciones a los derechos humanos”, cometidas durante la “invasión” española hace 500 años.
Esto para que, el 2021 sea el año de la reconciliación, a 500 años del hecho histórico que marcó a México. Recordando que AMLO ha señalado que su administración está caracterizada por ser un gobierno que pide disculpas. Pero todo ha resultado mal hasta ahora, el gobierno de España afirmó que “rechaza con firmeza” la petición de Andrés Manuel López Obrador.
En México, la ola de memes no faltó, ya que la mayoría lo tomó como una gran burla, una ofensa, mientras que otros no le ven algo de malo el pedir una disculpa, y también están los que consideran que solo fue una cortina de humo para ocultar temas de interés.
Pero ¿Cuál es el objetivo? ¿Acaso tiene algo de malo pedir disculpas por acciones que afectaron tus orígenes como sociedad mexicana? Lo que comprendo es que AMLO solo buscó una conciliación por esta vía, el pedir disculpas no tiene nada de malo. A España no le cuesta nada pedir perdón; ¿acaso no se merecen estas disculpas nuestros pueblos originarios?
Nuestra sociedad ha crecido con un grado abismal de eurocentrismo, que ha generado discriminación hacia nuestros pueblos originarios, observando que señalar a alguien como “indio” es un insulto y que te digan “güerita” te haga sentir de otro extracto social, acciones que conocemos comúnmente como clasismo.
Nunca es tarde para pedir perdón, sanas heridas, pero claro, nos encontramos en una sociedad sensible, delicada, que no ha valorado sus raíces, su pasado, que, aunque hayan pasado 500 años de este hecho, no deja de ser parte de nuestra historia. Entonces, ¿Te sientes ofendido o identificado?.