Opinión Libre / Hipólito Contreras
Por los sucesos trágicos del 24 de diciembre (que a dos meses no han sido aclarados), Puebla y los poblanos están inmersos en un proceso electoral que culminará en la elección del 2 de junio, pero si se presentan impugnaciones se prolongará más.
Ahora los partidos pasan por los procesos internos para elegir candidatos a gobernador del estado, será un proceso corto, en unos días más habrá candidatos y seguramente serán coaliciones las que se integren, hoy cobran fuerza las coaliciones; ya nadie va solo en los procesos electorales.
Probablemente en esta elección algunos partidos chicos perderán su registro, por no alcanzar el 3 por ciento de los votos, eso estará bien ¿para qué mantener con recursos públicos tantos partidos políticos? Los que no funcionen, fuera.
Las encuestas locales y nacionales dicen que Morena tiene todo para ganar la elección, dicen los analistas que el voto está decidido a favor de ese nuevo partido que gobierna ya el país. Quedará en la historia de cómo un partido y un personaje prepararon el camino para lograr el apoyo de muchos millones de mexicanos, los que fueron convencidos en el nuevo proyecto de país, la llamada cuarta transformación.
Puebla no escapa a este movimiento nacional, es probable que muchos gobiernos estatales y municipales serán gobernados por Morena, a los que se suman los que ya gobiernan, la era morenista crecerá por todos los rincones de México, eso es lo que se ve hoy, depende de la forma de gobernar lo que indique la continuidad o no del nuevo partido en el gobierno.
Sin embargo, no todo es automático, porque Morena domina no quiere decir que seguirá ganando fácilmente, todo dependerá de los candidatos, no cualquier hijo de vecino puede ser candidato, las imposiciones no funcionan; para elegir un candidato se debe de pasar por diversos filtros, debe ser medido de diversas formas, es como contratan las empresas a los trabajadores, cada uno presenta sus cartas, la empresa los somete a pruebas para finalmente contratar a los mejores, así debe ser en los partidos políticos.
Eso de que determinado aspirante dice tener influencias y que eso lo llevará a ser candidato y a ganar la elección, debe erradicarse.
Se supone que Morena y los demás partidos están midiendo a sus aspirantes, los están analizando. El PRI debe medir a sus aspirantes y lanzar al mejor, el PAN debe de hacer lo mismo, el hecho de que Morena encabece las encuestas no quiere decir que hasta con el tendero de la esquina gana, para nada, tiene que ir con su mejor cuadro.
Hoy los ciudadanos quieren buenos candidatos, gente buena, gente probada, gente con buenos antecedentes, con buenos resultados, gente limpia, gente honesta, gente que no vive en palacios y con tantos bienes, sino en sus casas construidas con esfuerzo, gente que se compró un modesto auto para trasladarse, o que incuso no lo tiene.
Dicen que todos los políticos son ricos, que han acumulado bienes a través del tiempo y que si se lanzan a la política en busca de un cargo es porque tienen con qué, si eso es así no hay político bueno, sino que todos van en busca del poder para seguirse enriqueciendo; por esos no votarán los ciudadanos el próximo 2 de junio.
En Morena hay siete aspirantes que se registraron el pasado sábado, cinco hombres y dos mujeres, de esos sólo tres fueron aceptados como precandidatos. No deberá ser una pasarela de aspirantes sino una verdadera medición, hay que ver por ejemplo si el pasado candidato de la elección de julio sigue siendo el mejor, o ya no, si los sistemas de medición dicen que sigue siendo el mejor, adelante, pero si hay otro u otra mejor, a ese hay que elegir candidato, los famosos dedazos ya no funcionan, las imposiciones deben ser desterradas si se quiere avanzar a la cuarta transformación.
El PRI y el PAN deben elegir a sus mejores cuadros, a sus mejores elementos, las imposiciones los hundirán más, el PRI sobre todo debe luchar por rescatar lo que fue, un partido identificado con las causas populares, un partido de centro y más cargado a la izquierda, si no lo hace en serios problemas se verá.
El PRI tiene buenos cuadros, uno de ellos Alberto Jiménez Merino, en su carrera como funcionario nunca se le han hecho señalamientos negativos, persona honesta y capaz, vamos a ver qué dice la dirigencia estatal y nacional.
Los tiempos cambian, hoy los ciudadanos son más exigentes, no van a votar por cualquiera, sienten la crisis, la inseguridad, el desempleo, la pobreza, buscan algo bueno que les sirva, que los ayude a mejorar y tener una vida más digna.