Conforme se aproxima el inicio de las precampañas para que los partidos políticos con registro en el estado de Puebla postulen candidato a gobernador, en los tres partidos políticos con mayor presencia en la entidad ,varios políticos han levantado la mano para ser considerados por la militancia.
Donde se han perfilado mejor los aspirantes a la candidatura es en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), donde desde el Comité Ejecutivo Nacional se apoya a quien compitió en la elección del año pasado, el experredista Miguel Barbosa Huerta; pero también se han apuntado, con el apoyo de otros grupos morenistas, los senadores Alejando Armenta Mier y Nancy de la Sierra Arámburo, ambos de origen priista. El cuarto en la disputa es el maestro Abraham Quiroz Palacios, un antiguo militante de la izquierda.
Todo indica que al final de cuentas y de encuestas, será Miguel Barbosa quien se levante nuevamente con la candidatura.
En el Partido Acción Nacional, la situación aún no se ha definido y se ha cuidado no ventilar frente a la opinión pública a ningún aspirante; sin embargo, en los medios locales se manejan los nombres de Luis Banck Serrato y Eduardo Rivera Pérez.
El primero, es identificado con el grupo dominante en el PAN poblano; fue alcade del municipio de Puebla y durante el gobierno de Rafael Moreno Valle fungió como secretario de Desarrollo Social y la fallecida gobernadora Martha Ericka lo nombró su jefe de oficina.
Sin embargo, los panistas tradicionales tendrían como principal carta para la candidatura a Eduardo Rivera Pérez, expresidente y excandidato a la presidencia municipal de Puebla, quien, a pesar de no simpatizar con el grupo dominante en el PAN poblano, apoyó en la campaña a la gobernadora.
Podrían aparecer otros aspirantes, como Luis Ernesto Derbez, exsecretario de Relaciones Exteriores de Vicente Fox; Francisco Fraile, quien abrió las puertas del partido a los neopanistas, y hasta Javier Lozano Alarcón, expriista, expanista y exasesor del fallido candidato priista José Antonio Meade.
Quienes ya se han autodestapado como aspirantes a la candidatura son los priistas. Seis son los aspirantes tricolores a dar la batalla, con la esperanza de revertir el desprestigio en que ha caído el otrora partido poderoso de México.
Desde luego, quien busca encabezar nuevamente la contienda en Enrique Doger Guerrero; el exrector de la BUAP y expresidente municipal reclama la candidatura que encabezó en la pasada contienda, a pesar de obtener sólo el 18 por ciento del total de votos.
Sin embargo, también han manifestado su intención de abanderar al PRI otros cinco, identificados con el grupo del exgobernador Mario Marín Torres; esto son: Javier López Zavala, Alberto Jiménez Merino, Lorenzo Rivera Sosa, Jorge Morales Alducin y Ricardo Urzúa.
Javier López Zavala fue candidato a gobernador en 2010 y el primer priista en perder la elección, frente a Rafael Moreno Valle. Es el aspirante más identificado con el exgobernador Mario Marín, de quien fue secretario de Desarrollo Social y de Gobernación.
En cuanto a Jiménez Merino, es la tercera vez que aspira a la gubernatura y tiene cartas con qué jugar: a nivel federal fue delegado de la Sagarpa, de Conagua y dos veces ha sido diputado federal. Durante el gobierno de Mario Marín Torres fungió como titular de Desarrollo Rural.
Menos conocidos son los otros tres apirantes. Lorenzo Rivera también fue delegado de Sedesol y ha ocupado curules en la Cámara de Diputados al Congreso de la Unión y en el Congreso del Estado de Puebla; además, fue presidente municipal de Chignahuapan. Morales Alducin es un empresario poblano que siempre ha buscado una candidatura; la que sea. El otro aspirante, Ricardo Urzúa, también es un empresario identificado con el grupo marinista, ha sido diputado local y federal y senador de la República.
Retazos
Mientras en los Estados Unidos se especula sobre la prisión a donde se enviará al “Chapo” Guzmán, declarado culpable de diez delitos; en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador visitó, el viernes pasado, lo que fue el centro de operaciones del narcotraficante: su tierra natal, Badiraguato, en el estado de Sinaloa, de donde también son originarios Rafael “Caro” Quintero y Ernesto Fonseca.
Ante los cientos de habitantes que acudieron a escucharlo, el presidente afirmó que no se puede juzgar un pueblo por las acciones de un sólo individuo y llamó a contribuir al desarrollo de México, sobre todo de los jóvenes, a quienes se les apoyará desde el gobierno, para que sean ciudadanos honestos y no sean cooptados por el crimen organizado.