A través de los años, en redes y medios de comunicación han surgido reportes de personas de diversas edades que enferman súbitamente y tras días en el hospital suelen morir.
La culpable de muchos de esos diagnósticos es Naegleria fowleri, también conocida como «la ameba comecerebros». Que si bien es una enfermedad poco frecuente, impresiona por su alto porcentaje de mortalidad.
Las amebas son microbios vivos unicelulares que pueden encontrarse tanto en el agua como en la tierra. La Naegleria suele estar en agua dulce templada, por ejemplo lagos, ríos, aguas termales y albercas sucias, así como en la tierra. Sin embargo, no todas las Naegleria infectan a las personas, tan sólo una especie lo hace y esa es Naegleria fowleri.
La Naegleria fowleri causa meningoencefalitis amebiana, una enfermedad muy rara, pero extremadamente mortal, que destruye el tejido cerebral y que tiene un índice de mortalidad del 98 %.
La ameba entra al cuerpo por la nariz hasta alojarse en el cerebro. Esto ocurre cuando las personas entran a nadar en cuerpos de agua donde la Naegleria fowleri está presente.
Otra forma de contagio usual es mediante irrigaciones nasales con agua contaminada, puesto que la ameba también puede estar presente en los tanques de los calentadores de agua.
Los síntomas que la ameba provoca pueden ser muy variados y aparecen en los primeros 5 días después del contacto con la ameba. Estos son cabeza dolores intensos de, fiebre, vómito. Posteriormente, los síntomas más severos incluyen confusión, pérdida del equilibrio, convulsiones y alucinaciones, provocando que el cerebro se inflame.
No obstante, recientemente en Estados Unidos dos personas respondieron positivamente al tratamiento por infección de Naegleria fowleri con el medicamento mitefosina, junto a otros fármacos principalmente utilizados para disminuir la inflamación del cerebro.