En la actualidad vivimos, de manera constante, en un clima de inseguridad e incertidumbre. La violencia se expresa de formas relacionadas entre sí. Diariamente nos vemos sacudidos por hechos dramáticos que nos preocupan y conmueven.
El maltrato animal es, a la vez, un factor que predispone a la violencia social y, al mismo tiempo, una consecuencia de la misma. Forma parte de la cascada de la violencia que nos va alcanzando a todos como individuos y como sociedad.
El caso de la perrita Kika causó indignación en la provincia argentina de Córdoba. Según autoridades locales, un sujeto de nombre Hugo Alberto «N» se encontraba cocinando un asado y enfureció tras descubrir que la perrita se había comido un trozo de carne. En ese momento, el hombre llevó a Kika al jardín frontal de su casa y le dio un disparo frente al dueño de la canina, un niño de 10 años que jugaba futbol en la calle con sus amigos. El pequeño sufrió un severo estado de shock.
“Mi hijo tiene pesadillas. Se quedó con el trauma de que nunca pudo ayudarla. No se olvida de su mirada”, relató Ivana Mansilla, mamá del niño y quien interpuso una demanda contra Hugo Alberto, apoyada por una fundación que lucha por los derechos animales.
De acuerdo con la madre del niño, tras matar a la perrita, el sujeto advirtió al menor: «O me limpias la sangre o me pagas el asado”. Aunque los hechos ocurrieron el 26 de mayo, finalmente la fiscalía encargada ha decidido elevar a juicio el caso contra Hugo Alberto, quien está imputado por «infracción a la ley contra la crueldad animal, daño y amenazas». Por ahora, el agresor ha tenido que enfrentar un embargo preventivo por 300 mil pesos argentinos (poco más de 150 mil pesos mexicanos) a causa de daños materiales, morales y psicológicos.
Este caso sucede a pocos días de conocerse la sentencia por lo ocurrido con el perrito Chocolate, que tras ser despellejado vivo en la ciudad argentina de San Francisco y morir luego en una veterinaria, se convirtió en símbolo de la protesta contra el maltrato animal. Sobre Chocolate, la justicia de San Francisco sentenció a un año de prisión condicional al acusado del daño mortal contra el canino.