Gabriel Sánchez Andraca
Un grupo de personas originarias del municipio de Cuyuaco, platicó ayer con nosotros de un problema que tiene paralizada a la población y que contra los que se ha venido afirmando, no es propiamente político, es decir de políticas partidistas, sino que se ha transformado en un asunto que se inició como protesta por la falta de servicio de agua potable y ahora continúa con la exigencia de que el ayuntamiento rinda cuentas claras del dinero que recibió, dicen que más de 300 millones y que no sabe nadie en que se ocupó.
El presidente municipal, José Luis Rechi Tirado, del partido Movimiento Ciudadano, dejará como su sucesora en el cargo a su hija, que no ha sido objetada ni por los otros candidatos, los que perdieron, ni por la población. Desde hace varias semanas, los habitantes de ese municipio de la región de San Juan de los Llanos, dedicados a las actividades del campo (son productores de maíz, frijol, cebada, papa, etc) iniciaron una serie de protestas porque dejaron de tener servicio de agua potable y la autoridad nada hacía por resolver el problema.
Las más afectadas eran las señoras que no podían cumplir con sus actividades diarias en su hogar por la falta del vital líquido.
La falta del servicio, el que las autoridades no pusieran el mínimo interés en resolver el problema y el conocimiento que tenían de que el ayuntamiento recibió este año 300 millones de pesos de participaciones federales y estatales y que no se hubiera realizado ninguna obra importante en el municipio y que además ni siquiera se pusiera interés en resolver un servicio tan básico como es el del agua potable, hizo que la gente enojada, clausurara el palacio municipal y se establecieran guardias de los vecinos, para impedir el paso de las autoridades y de los empleados.
Son ya varias semanas de que el palacio está clausurado y con guardias permanentes de grupos ciudadanos que se niegan a retirarse hasta en tanto no se les informe en que se ocupó el dinero que las autoridades del municipio recibieron supuestamente para la realización de obras de beneficio colectivo.
Señalaron que el alcalde, señor Rechi Tirado, es dueño de dos gasolineras establecidas en la región, que habían sido clausuradas porque vendían combustible robado y que lo mismo se hizo con una gasolinera que tiene en la ciudad de Puebla.
Tres días antes de las elecciones, relatan, el presidente municipal empezó a dar dos mil pesos por cada ciudadano que se comprometiera a votar por su hija, la candidata a sustituirlo.
La elección fue ganada por la hija del presidente, como para hacer enojar al ex gobernador Rafael Moreno Valle, que tanto odia el continuismo en la política, como declaró en un programa televisivo de la ciudad de México. Ninguno de los otros candidatos, que fueron varios, ha objetado la elección y tampoco los habitantes han protestado. El asunto pues, no es político.
Empezó como protesta por la falta del servicio de agua y se sostiene como una forma de lucha contra la corrupción. La gente, los ciudadanos comunes solo quieren, exigen cuentas claras y nadie les hace caso. Como si la Secretaría General de Gobierno estuviera esperando que la gente se canse y abandone la lucha. Como si el partido Movimiento Ciudadano no existiera en Puebla, porque ese partido resulta grandemente perjudicado, más de lo que ya está. Y el tiempo corre y cada día está más cerca la fecha del cambio de gobierno municipal y las cosas pueden agravarse.
El dirigente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, Alvaro González Muñoz, se queja de que no se ha dicho, ni se les ha querido informar, de los términos de intercambio que se han establecido en el nuevo Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá y que temen no les sean favorables y eso acabe con los 150 mil pequeños y medianos establos, que aun subsisten en el territorio nacional.
Por la falta de atención a los productores nacionales, señaló González Muñoz, la producción de leche y sus derivados, ha caído en el país, al cerrar 600 mil establos pequeños y medianos.
No hay precio de garantía para la leche y LICONSA, empresa oficial que les compra su producto, paga menos del costo de producción de su producto.
Los productores nacionales podrían, si tuvieran los apoyos necesarios, surtir al mercado nacional, con precios 40 por ciento más bajos que tienen los productos importados, tanto leche, quesos, crema y yogurt. Pero parece que nadie se interesa en ello y solo queda esperar que el nuevo gobierno estudie el problema y decida dejar la dependencia que ahora sufre el país, en alimentos básicos y decida apoyar a los productores nacionales.