Opinión Libre / Hipólito Contreras
Si el próximo gobierno de México sigue a la derecha o a la izquierda, ni las minorías privilegiadas, ni las mayorías olvidadas tendrán un buen sistema, se necesita algo mejor que eso para lograr equilibrios, desarrollo, justicia, equidad y paz.
Que México ha crecido en algunos sectores, a lo mejor, exporta muchas cosas, tanto productos del campo como manufacturados, su industria crece, tiene talentos, buenas universidades, mucho comercio, buenas organizaciones privadas y civiles, un sector privado competitivo.
Sin embargo, con todo eso el país no ha logrado estabilidad, ni crecimiento económico, ni desarrollo, ni justicia, ni paz, ni tranquilidad, lo que quiere decir que el sistema de gobierno no está funcionando, no ha logrado que la población nacional viva lo mejor posible, ni siquiera los que tienen mucho viven felices porque se sienten inseguros en todos lados.
Entonces si el modelo no funciona hay que cambiarlo por otro mejor, por otro que genere progreso, paz, tranquilidad, trabajo para todos, justicia para todos, atención real al medio ambiente.
Si se cambia por un modelo que se vaya a la izquierda tipo Venezuela pues tampoco va a funcionar porque es un modelo en el que el Estado se apropia de todo, hasta de la libertad de los ciudadanos, un sistema casado con la reelección indefinida, con las dictaduras, eso tampoco funciona.
Entonces hay que buscar un modelo bueno, que le sirva a todos, que respete libertades pero que frene los abusos, los excesos, un sistema que impida la pobreza y luche por un bienestar general, un sistema en el que cada hogar tenga lo básico, lo necesario para vivir con dignidad.
Un buen sistema no está contra los ricos porque ser rico no es un delito si la riqueza se ha hecho con esfuerzo, con capacidad, con honestidad. Los grandes y buenos empresarios son generadores de empleos, su riqueza la distribuyen, pagan impuestos, son útiles al país.
Un buen sistema es aliado y protector de los talentos, los emprendedores, los valientes, los buenos, los estudiosos, un buen sistema los apoya para lograr su desarollo.
Si el primero de julio los mexicanos, tienen buena oferta política, deberán escoger lo mejor que se les ofrece. No son muchas, tienen cuatro opciones, una de ellas debe ser la mejor, o la menos mala.
Si la oferta política representa la continuidad del modelo entonces no hay mucho que escoger si todo es lo mismo, si no hay nada que se oriente a una mejor dirección. la elección será la continuidad de todo.
Sin embargo, debe haber algo bueno, una rendija por donde escaparse a un mejor modelo, un mejor sistema que lleve al país a niveles de estabilidad nunca alcanzados en toda la historia.
No se trata de un México soñado, de un México de fantasía, se trata de lograr un México mejor, un México más estable y seguro, con más tranquilidad, con más salud, con más armonía y equilibrio con el medio ambiente, un México en crecimiento en el que todos vivamos mejor.
El mejor sistema es el que conduce al trabajo de todos, un sistema que imite a esa increíble y extraordinaria especie, las abejas, ellas están bien organizadas para trabajar, recorren grandes distancias para traer el néctar de las flores, al final producen miel de alta calidad, son un gran ejemplo para los humanos.
Un buen sistema es el que se preocupa y ocupa de que todos los ciudadanos se alimenten bien y estén sanos, para esto pone en marcha políticas de salud y alimentación que lleven a ese objetivo.
Un buen sistema es el que gracias a un buen modelo educativo avanza hacia la planeación y control demográfico, si lo que se busca es el equilibrio, la sobrepoblación lo impide. Si en un determinado territorio caben cómodamente 100 personas y le meten mil, habrá problemas.
Un buen sistema planifica el crecimiento urbano evitando grandes ciudades que complican las cosas, es mejor tener ciudades medianas y pequeñas, son más manejables. Un buen sistema crea ciudades amigables, acogedoras, tranquilas, llenas de espacios verdes, con un buen sistema de transporte, anticontaminante, tan bueno que sustituye al auto particular.
Un buen sistema es el que tiene atención especial a los adultos mayores, a los que reconocerá su esfuerzo en tantos años de trabajo, les dará apoyos integrales y actividades propias a su capacidad.
Un buen sistema no se llenará de armas, de policías, de funcionarios, de equipos sofisticados y costosos, de altos gastos en seguridad, porque ya no sea necesario. Sin duda tendrá un equipo de seguridad modesto.
Un buen sistema no combate la violencia con violencia, busca otras opciones, pero lo mejor es tener a toda la población activa, en las mejores condiciones posibles. Un buen sistema es el que tiene a todo mundo trabajando, estudiando, haciendo deporte.
Un buen sistema no es el que paga elevados salarios a funcionarios de primer nivel, sino el que paga lo justo por el trabajo que se hace, tomando en cuenta que los cargos públicos son para servir no para enriquecerse.
Este es el sistema, el modelo que los mexicanos deberán buscar en la elección del primero de julio, al mejor entre las cuatro opciones.
Lamentable que el sistema no permitió mas que un candidato independiente, por ahí pudo haber algo bueno, algo rescatable, pero ya no hay tiempo, la elección está encima.