Opinión Libre / Hipólito Contreras
En estos tiempos de cambios, de avances tecnológicos, de desarrollo industrial, lo negativo es la contaminación que se genera y los efectos en la salud pública y el medio ambiente.
Las empresas que producen mil cosas como: tela, pintura, aceite, cemento, materiales de construcción, acero, herramientas, empaques, automóviles, auto partes, etcétera, utilizan supuestamente sistemas modernos de producción y se llegan a denominar industrias limpias, y hasta reciben certificaciones y premios nacionales e internacionales.
Sin embargo, en la realidad, en los hechos, la tecnología que usan esas empresas bien sea la más avanzada, o no, de todas formas contaminan, dañan el medio ambiente y la salud pública.
Sí, claro, existen leyes, instituciones, responsables o encargadas de vigilar y sancionar a empresas que contaminan, hay sanciones económicas y hasta clausuras temporales y definitivas, sin embargo, la contaminación sigue y cada vez más fuerte.
La zona industrial en los límites del estado de México e Hidalgo, es el ejemplo claro de cómo el desarrollo industrial es generador de altos niveles de contaminación. Esa zona es un foco rojo porque la industria asentada ya no es un riesgo, es una causante de enfermedades en la población, cientos o miles de personas de todas las edades enfrentan enfermedades diversas, sobre todo cancerígenas. La industria utiliza cientos de productos químicos en sus procesos de producción que al esparcirse por el aire dañan a la población, los animales; otras empresas utilizan residuos industriales y domésticos como combustible porque les resulta más barato.
Esas empresas están contaminando, están dañando la salud pública aún con la existencia de leyes e instituciones que se supone están para cuidar y proteger el medio ambiente.
Hoy se habla de utilizar los residuos industriales y urbanos como combustible para diversas industrias, las que ya no usan gas por su elevado precio, incinerar esos residuos genera contaminación por más que utilicen alta tecnología en el proceso, resulta inevitable la generación de gases que se van al aire, a la atmósfera, la gente respira y se hace daño.
Al estado de Puebla quieren traer este tipo de empresas para que incinere residuos tóxicos, concretamente en la zona de Palmar de Bravo, zona agrícola por excelencia, productora de hortalizas regadas con agua de pozos.
Habría que preguntarle a la SEMARNAT, al gobierno estatal y municipal ¿Por qué se autoriza este tipo de empresas? O ¿Existe garantía al cien por ciento de que al incinerar residuos industriales y urbanos no se genera contaminación?
Si este tipo de empresas se autoriza en Puebla en el mediano plazo habrá serios problemas a la salud pública como ya sucede en el Estado de México e Hidalgo.
Este problema está en muchas partes del mundo en donde se incineran residuos, entonces ¿para qué sirve tanta tecnología si se sigue contaminando y poniendo en riesgo la vida de millones de personas y animales?
Hoy la comunidad de Buena Vista de Victoria del municipio de Palmar de Bravo, está tranquila, con sus problemas habituales como por ejemplo el drenaje a cielo abierto que genera un foco de contaminación, pero por lo demás es una zona tranquila, dedicada principalmente a la producción de hortalizas, que con esfuerzo ha construido su iglesia, su plaza, su palacio municipal, se ve que mejora con el esfuerzo de sus más de 2 mil habitantes.
Es en esta comunidad en donde existe el proyecto de instalar una planta incineradora de residuos tóxicos, la gente no lo sabe porque las autoridades han callado, todo el proceso de trámites ha sido oculto, sólo entre autoridades se conoce, la población no sabe nada.
Si la comunidad ya se ha enterado del proyecto es por organizaciones de ecologistas las que han advertido del riesgo que representa este tipo de empresas.
Además, la comunidad no se beneficia en nada con la instalación de una empresa de este tipo, son muy pocos los empleos que se generan y por lo general las empresas ya llevan a su personal, no se contrata a gente de la comunidad.
Quemar basura aún con la tecnología más avanzada genera contaminación, si van incinerar todo tipo de productos desechados en la industria y en los centros urbanos, generarán humo, olor desagradable, el ambiente es de sustancias químicas que el aire se encarga de esparcir.
El problema no lo sería si las autoridades competentes no autorizan este tipo de proyectos, sin embargo, lo hacen porque defienden los intereses comerciales de las empresas, ese es el real problema.
Para este tipo de situaciones lo único que queda es la movilidad ciudadana, no hay de otra, sólo ellos, los ciudadanos se podrán defender, la cosa es que no esperen a tener el problema para actuar, deben moverse ya.