GSA / Puebla, Pue.
Pasó totalmente desapercibido el aniversario 204, del fusilamiento de don Mariano Matamoros, en la hacienda de Puruarán, Michoacán el 3 de febrero de 1814.
En diciembre de 1811, tuvo su primer encuentro con José María Morelos, en Izúcar. El cura de Jantetelco, Morelos, impresionó al caudillo de la Independencia que lo incorporó a sus filas con el grado de Coronel. Matamoros es considerado como uno de las más intrépidos y eficientes capitanes de Morelos, cuyas hazañas no han sido debidamente conocidas por el pueblo.
Baste decir, que formó una brigada de 2 mil soldados con jóvenes mestizos que fueron debidamente reclutados en Izúcar, uniformados y entrenados militarmente. Algunos historiadores consideran que ese regimiento, constituye el antecedente del hoy Ejército Mexicano, que tuvo su primer encuentro contra un regimiento español, desembarcado en Veracruz, en los llanos de Tecamachalco, donde la brigada de Matamoros, triunfó en toda la línea.
Los muertos españoles y mexicanos resultado de esa batalla, fueron sepultados en el templo colonial de Quecholac, donde se abrieron zanjas para sepultar a más de 400 cuerpos de mexicanos y españoles. Esta acción, debilitó las paredes del templo que pasado algún tiempo, hizo que se desplomara la bóveda y la cúpula, como se observa actualmente.
Don Mariano Matamoros, hizo de Izúcar su segunda patria chica. De ahí salió a participar en el sitio de Cuautla; ahí formó el embrión del Ejército Mexicano; de ahí salió a Tehuacan, donde recibió el grado de Mariscal de Campo; de ahí partió a las Mixtecas para combatir a los realistas, obtuvo triunfos en Oaxaca y fue ascendido a Teniente General.
La ciudad de Izúcar fue bautizada con su nombre como Izúcar de Matamoros y ahí mismo, el 3 de febrero de 1906, cuatro años antes de la Revolución Mexicana, se realizó una velada literario musical en honor del héroe, participando todos los sectores sociales del lugar. Pero de eso hace más de un siglo.
Los tiempos han cambiado y las costumbres también: Hoy no hubo nada ni en Izúcar, ni en ninguna otra parte de la entidad poblana pese a que don Mariano Matamoros se hizo soldado de la Independencia y todas sus acciones estuvieron relacionadas con esa población suriana que adoptó como suya.