La Arquidiócesis de México criticó fuertemente a la constitución de la Ciudad de México, la cual fue llamada “Constitución asesina”, debido a uno de los apartados donde señaló estar a favor del aborto.
De acuerdo con el artículo intitulado “Constitución asesina”, publicado en el semanario “Desde la Fe”, “las fracciones mayoritarias en la constituyente evadieron la durísima realidad de sangre y crueldad en la Ciudad de México. Realidad que esconde la inmoral figura de la eutanasia y el lucrativo y abominable negocio del aborto, que es peor que el del narcotráfico”.
Prosigue, “Bastaron cuatro meses para lograr un documento ilegítimo, atropellado, recetario de ideologías y de absurdos jurídicos”.
Asimismo en el documento se puede leer que esta aprobación es para beneficiar a la industria del aborto “la pírrica victoria de la constituyente sirve de tapadera para cubrir las millonarias rentas de la industria del aborto que enriquecen más y más a unos pocos. En 2014, la Organización Mundial de la Salud declaró que en México podrían producirse 1.5 millones de abortos anuales, cuyas ganancias serían superiores a los 4 mil millones de pesos”
Señala que “el jugoso y lucrativo negocio de muerte beneficia, principalmente, a las farmacéuticas y laboratorios fabricantes de medicamentos para inducir la muerte de seres humanos a los que la ciencia ha confirmado, efectivamente, con capacidad autónoma para vivir y desarrollarse como personas”, acusó.
“¿Qué farmacéuticas y laboratorios son los clientes principales en el sistema de salud de la Ciudad de México? ¿Cómo son invertidos los dineros del pueblo capitalino para beneficiar a estos anónimos mercaderes de la muerte? ¿Los diputados constituyentes saben de este negocio asesino lucrativo que enriquece a pocos y mata a muchos?”, preguntó.
“Ha nacido una constitución asesina que no reconoce lo más valioso para cualquier ser humano aun desde el vientre materno, la dignidad de la vida“, remató.
La Arquidiócesis responsabilizó por esto a “las izquierdas intolerantes, asesinas y absurdas por reconocer derechos en donde no se deberían y no reconocer aquéllos que deberían estar en la norma”.
(Con información de Yancuic)