Román Valle / Izúcar de Matamoros, Pue.
Los escorpiones, pertenecientes a la clase de artrópodos arácnidos, los cuales son también popularmente conocidos como “alacranes”, son animales depredadores.
Sus cuerpos están dotados de herramientas para sujetar a sus presas (insectos), y en caso de sentirse amenazados, usan su potente veneno a través de su aguijón. Actualmente, su taxonomía está en revisión; sin embargo, se conocen alrededor de 2 mil 500 especies divididas en 22 familias.
Estos depredadores viven comúnmente en zonas áridas como los desiertos, aunque se han adaptado a diversos ambientes naturales, estando distribuidos en todos los continentes, a excepción de zonas de la Antártida.
El escorpión es un animal bastante solitario, lo que quiere decir que solo estará con otros miembros de su especie para reproducirse, o para hacer el papel de cazador y presa.
Su veneno es el líquido más caro del planeta, ya que cuesta más de 38 millones de dólares el galón (3.7 litros). Es incluso más caro que el veneno de la cobra real de Tailandia, que tiene un costo alrededor de 153 mil dólares el galón.
El veneno de escorpión contiene 5 millones de compuestos no estudiados, por esa razón se le llama el «cóctel de compuestos bioactivos»; además de ser útil en varias aplicaciones médicas, las proteínas de su toxina mostraron actividad antimicrobiana, antipalúdica y anticancerígena.
Los investigadores también están estudiando el uso del veneno de escorpión como analgésico. Un péptido (molécula) del veneno de escorpión, puede suprimir las respuestas inmunes, lo que permite su uso en el tratamiento de enfermedades autoinmunes.
Desafortunadamente, este arácnido produce solo 2 miligramos de veneno a la vez. Por lo tanto, es necesario hacer versiones sintéticas de estas toxinas; de lo contrario, simplemente no habrá suficiente para reducir el costo y nadie podrá pagar los medicamentos.