Redacción / Chietla, Pue.
En un mundo donde el clima se ha vuelto cada vez más impredecible, la agricultura enfrenta uno de sus mayores desafíos: la dependencia del agua. En una reciente entrevista, José de Jesús Rodríguez Carrillo, Gerente General del Ingenio de Atencingo, expuso cómo el sistema de riego por goteo se ha convertido en una solución clave para maximizar la eficiencia hídrica y mejorar la producción agrícola.
«La lluvia no depende de nosotros», afirmó Rodríguez Carrillo, enfatizando la vulnerabilidad de los agricultores ante las inclemencias del tiempo. Con el objetivo de reducir esta dependencia, el ingenio ha implementado un sistema de riego que transforma la manera en que se cultiva la caña de azúcar en la región.
El método tradicional de riego rodado, que permite el aprovechamiento de solo el 60% del agua utilizada, ha sido reemplazado por el innovador riego por goteo, que permite que hasta un 95% del agua sea absorbida por las plantas. «Si antes necesitabas cierta cantidad de agua en una hectárea, ahora puedes usar un 40% o un 50% menos», explicó. Este sistema no solo optimiza el uso del agua, sino que también permite un riego más constante, evitando los largos períodos de espera entre riegos que caracterizan al sistema tradicional.
Además de la eficiencia hídrica, el riego por goteo ofrece la ventaja de la aplicación directa de fertilizantes y herbicidas a través del sistema, eliminando la necesidad de una aplicación manual, y optimizando así el tiempo y los recursos humanos. «Esto es clave para el desarrollo de las plantas y el control de plagas», añadió el gerente, subrayando la importancia de la modernización en las técnicas agrícolas.
Los resultados son evidentes: mientras que el riego rodado puede ofrecer un rendimiento promedio de 100 toneladas de caña por hectárea, el riego por goteo puede superar las 150 toneladas, generando un aumento significativo en la rentabilidad de los cultivos. «Es una inversión a largo plazo, que se recupera en tres años, y el resto es pura ganancia», aseguró Rodríguez Carrillo.
La implementación del riego por goteo no solo representa un avance tecnológico, sino también un paso hacia la sostenibilidad en la agricultura. En un contexto donde el agua se convierte en un recurso cada vez más escaso, esta innovación podría marcar la diferencia para los agricultores de la región, garantizando no solo su supervivencia económica, sino también la seguridad alimentaria para el futuro.
El Ingenio de Atencingo se posiciona como un referente en la adopción de prácticas agrícolas más eficientes, demostrando que la modernización y la sostenibilidad, pueden ir de la mano. La revolución del riego por goteo es, sin duda, una luz de esperanza en el camino hacia una agricultura más resiliente y productiva en la región cañera.