Abraham Onofre / Izúcar de Matamoros, Pue.
Este sábado 10 de agosto, a las 8 de la mañana, se llevará a cabo la inauguración del controversial “Eje de la Muerte”, un proyecto que ha generado gran preocupación en la región debido a la alarmante cifra de accidentes y muertes ocurridas durante su construcción. La ceremonia se realizará en la explanada del corredor artesanal, junto al bulevar Eje Poniente, un tramo que ha sido escenario de cientos de incidentes viales, algunos de ellos fatales.
Durante el año de rehabilitación del bulevar, se registraron cientos de accidentes, muchos de ellos graves, en gran parte debido a la falta de señalización adecuada. En ocasiones, los únicos avisos eran simples cartones escritos con plumón negro, lo que contribuyó a la confusión y peligrosidad del área. Lamentablemente, al menos cuatro personas han perdido la vida en estos trágicos incidentes, lo que ha llevado a la comunidad a cuestionar la seguridad y la transparencia del proyecto.
Las víctimas de esta serie de accidentes son un recordatorio doloroso de la negligencia en la gestión de la obra. Entre los fallecidos se encuentra un joven de aproximadamente 18 años, identificado como Alexis N., quien perdió la vida tras derrapar su motocicleta en la carretera Izúcar de Matamoros-Atlixco a la altura de San Martín Alchichica. Otro caso trágico involucra a un hombre de 25 años, conocido como «El Chino», quien también falleció tras un accidente en su motoneta a la altura de la plaza de toros “La Joya”.
Además, dos hombres, Gonzalo N., y Jesús N., murieron tras ser arrollados en un tramo de la obra mientras intentaban ayudar a un anciano cuyo vehículo había quedado varado por la mala ejecución de la obra. Estos incidentes han puesto de relieve la falta de seguridad y la urgencia de una respuesta adecuada por parte de las autoridades.
Irregularidades en la construcción
La obra, que ha costado más de 100 millones de pesos, ha sido objeto de críticas no solo por la falta de seguridad, sino también por la ausencia de permisos necesarios para su ejecución. Un ciudadano promovió un juicio de amparo contra el gobierno municipal y estatal, argumentando que la obra se lleva a cabo en una zona arqueológica sin las autorizaciones pertinentes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). A pesar de las advertencias del INAH y la suspensión de la obra, las autoridades locales continuaron con los trabajos, ignorando las normativas y poniendo en riesgo el patrimonio cultural de la región.
El INAH, tras realizar una inspección, encontró material arqueológico en el sitio y emitió una orden de suspensión en diciembre de 2023. Sin embargo, la presidenta municipal de Izúcar de Matamoros no acató esta orden, lo que llevó a un proceso judicial que finalmente logró detener la obra. A pesar de esto, la falta de guarniciones y banquetas en el proyecto ha dejado a muchos cuestionando la efectividad de la remodelación y la verdadera intención detrás de la misma.
Un llamado a la rendición de cuentas
La situación en Izúcar de Matamoros refleja un patrón preocupante de desorden y falta de respeto por la ley en la ejecución de obras públicas. Los pobladores exigen respuestas y una mayor transparencia en el uso de recursos públicos, así como un compromiso real por parte de las autoridades para garantizar la seguridad de los ciudadanos y la preservación del patrimonio cultural.
La inauguración del “Eje de la Muerte” no solo marca el final de una obra polémica, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de la infraestructura en la región y la responsabilidad de las autoridades en la protección de la vida y el patrimonio de sus habitantes.