Redacción / Puebla, Pue.
María del Rayo Mendoza Farfán, presentó el pasado domingo 4 de agosto su renuncia como directora del Centro de Readaptación Social (Cereso) de San Miguel, ubicado en el estado de Puebla; función que ocupó durante dos años y medio. La decisión se produjo en medio de serias acusaciones de abuso de poder, y una serie de controversias que marcaron su administración.
Mendoza Farfán asumió el cargo en enero de 2022, en un contexto cargado de tensión y descontento, tras el escándalo del bebé Tadeo. Desde entonces, su gestión estuvo bajo la lupa de la opinión pública y las autoridades. Entre las acusaciones más graves, se encuentran la supuesta permisividad en el monopolio de ventas de alimentos a los internos, y la presunta falta de control en la distribución de medicamentos y el desempeño del personal de enfermería.
Además, su dirección fue señalada por permitir prácticas irregulares que, según fuentes extraoficiales, podrían haber sido el móvil detrás del atentado, del cual la funcionaria salió ilesa el pasado 6 de marzo.
De acuerdo con un medio local del estado, la renuncia de Mendoza Farfán se debe a la finalización de su licencia en la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE), donde se desempeñaba como agente del Ministerio Público. Trascendió que el abogado José Rubén Rojas Estévez, actual jefe del Departamento Jurídico del Cereso, será quien asuma el cargo.
Rojas Estévez cuenta con experiencia en temas penitenciarios, aunque ninguna autoridad ha confirmado oficialmente ni la salida de Mendoza Farfán, ni la llegada de Rojas Estévez al puesto.
Antes de su salida, María del Rayo autorizó el traslado de varios internos de alta peligrosidad al penal de mediana seguridad en Tepexi de Rodríguez, como parte de su gestión final. Su administración deja un legado controversial, y una serie de desafíos pendientes para el próximo director del Cereso poblano.