Redacción / Información regional.
El puente ubicado en la carretera estatal Chinantla-Tecomatlán, a la altura de la barranca «Los Naranjos» en Piaxtla, se encuentra en condiciones deplorables debido a las intensas precipitaciones. Este puente, que tiene más de 80 años de antigüedad, es crucial para cruzar la barranca y permite el acceso a los municipios de Tecomatlán, Tlapa de Guerrero y Tulcingo de Valle. Sin embargo, debido a su antigüedad y a los estragos causados por las lluvias, se ha visto severamente afectado.
Es importante recordar que, en agosto de 2020, la barranca «Los Naranjos» experimentó un aumento significativo en su nivel, causando estragos en viviendas, cultivos y caminos, e incluso provocando la muerte de una persona arrastrada por la corriente mientras se encontraba en su vehículo. En aquella ocasión, el puente también sufrió daños.
El pasado 20 de junio de 2024, una fuerte lluvia hizo que el nivel de la barranca aumentara hasta alcanzar la altura del puente, aunque en menor medida en comparación con el evento de 2020, cuando los vehículos quedaron varados a ambos lados.
Los habitantes del municipio de Piaxtla han señalado la importancia de verificar las condiciones del puente, ya que existe un alto riesgo de accidentes. Han destacado que el puente ha quedado atrapado con troncos, piedras y otros objetos arrastrados por la corriente, lo que ha generado daños en su estructura.
Por su parte, los ciudadanos del municipio de Chinantla han enfatizado la necesidad de que todas las autoridades involucradas en el uso del puente se reúnan para planificar la construcción de una nueva estructura, a fin de evitar que alguna de las poblaciones quede incomunicada.
Es importante mencionar que esta carretera es transitada por vehículos pesados, autobuses, combis de transporte y vehículos particulares, lo que aumenta la urgencia de abordar la situación del puente de forma inmediata y garantizar la seguridad de los usuarios de la vía.
Las autoridades competentes deben tomar acción de manera pronta y efectiva para abordar el deterioro del puente y garantizar la seguridad de las comunidades que dependen de él. La situación actual representa un riesgo inminente y requiere una respuesta urgente para evitar posibles tragedias y el aislamiento de las poblaciones afectadas.