Román valle / Información Nacional
México enfrenta un panorama preocupante con consecuencias en la economía, la seguridad alimentaria, la salud y el medio ambiente, a causa de la sequía que ha afectado desde hace varios meses y que ya se ha convertido en un problema de gran magnitud, perjudicando a más del 80% del territorio nacional, y generando severas consecuencias en diversos sectores de la población.
Se estima que la producción de alimentos en 2024 será 1.9% menor a la del año pasado, de acuerdo a datos presentados por el Banco de México (Banxico), lo que significa una reducción de 6.7 millones de toneladas.
Los cultivos más dañados por la escasez del vital líquido son: maíz, frijol, trigo, algodón, sorgo, agave, cebolla, aguacate, espárrago, chile verde, brócoli, fresa, pepino y tomate rojo, entre otros; la disminución en la producción agrícola también genera el aumento en los costos laborales.
La sequía está impactando negativamente en la economía del país, ya que se espera una menor cantidad de alimentos, lo que podría generar una inflación y afectar el poder adquisitivo de las familias mexicanas. Además, la falta de lluvias está provocando un decremento en la producción industrial a nivel nacional; algunos sectores afectados son el textil y el tequilero, por nombrar algunos.
Las empresas del sector primario, como la agricultura, ganadería y pesca, son las más perjudicadas por la sequía, seguidas por las empresas de los sectores industrial y de servicios. La falta de agua está exacerbando el problema de la desertificación en México, dañando a 43% del territorio nacional y 128 millones de hectáreas.
La falta de agua en los ríos, y lagunas, está poniendo en riesgo la biodiversidad del país, ya que muchas especies dependen de los ecosistemas acuáticos para sobrevivir. La sequía también está incrementando el riesgo de incendios forestales, lo que genera daños a la flora, fauna y la calidad del aire.
La sequía en México es un problema complejo que requiere de una respuesta integral y coordinada por parte del gobierno, el sector privado y la sociedad civil. Es necesario tomar medidas urgentes para mitigar sus efectos y proteger la seguridad alimentaria, la economía y el medio ambiente del país.
En este contexto, la tecnología puede jugar un papel importante para ayudar a enfrentar la sequía. Por ejemplo, los sistemas de monitoreo de sequía pueden ayudar a identificar las áreas más afectadas y tomar decisiones más informadas sobre la gestión del agua.
Asimismo, las tecnologías de riego eficiente pueden ayudar a reducir el consumo de agua y aumentar la productividad agrícola. Es fundamental invertir en investigación y desarrollo de tecnologías innovadoras, que puedan ayudar a México a adaptarse al cambio climático y a la escasez de agua.
La sequía es un desafío que México debe enfrentar de manera conjunta y con visión de futuro. La implementación de medidas urgentes, la inversión en tecnología y la colaboración entre todos los sectores de la sociedad, son claves para construir un futuro más sostenible para el país.