**Si se hace la fumigación correcta en tres aplicaciones, se puede controlar la plaga**
**De las diferentes plagas, el gusano barrenador es uno de los más agresivos**
egún el Gerente General José de Jesús Rodríguez Carrillo, el ingenio azucarero de Atencingo se enfrenta a un desafío en el control de plagas, que afecta directamente a los productores de caña de azúcar; la falta de inspección de estas calamidades por parte de algunos productores, perjudica a aquellos que sí están comprometidos con combatir este problema.
Rodríguez Carrillo puntualizó que realiza un exhaustivo muestreo a nivel local, para identificar el daño causado por las plagas en la caña de azúcar. Este seguimiento les permite observar el impacto de las aplicaciones técnicas que proporcionan a los productores, ya que aquellas varas dulces que muestran un bajo índice de daño, suelen haber recibido todas sus aplicaciones correctamente.
Sin embargo, lamenta que algunos agricultores no estén realizando las aplicaciones necesarias, lo que resulta en cañas dañadas, que generan pérdidas tanto para el productor individual como para la masa en común.
El Ingenio de Atencingo ha implementado tecnología avanzada, como el uso de drones para las aplicaciones, con el objetivo de mejorar el control de plagas. Rodríguez Carrillo enfatizó la importancia de este control, ya que las consecuencias de no hacerlo van más allá de las pérdidas individuales, afectando también a la calidad y cantidad de la caña de azúcar en general.
El impacto de no realizar una inspección efectiva de plagas se hace evidente cuando se considera el ataque del gusano barrenador, que provoca la pérdida de peso y sacarosa en la vara dulce, lo que a su vez afecta el rendimiento y la calidad de los jugos. Esta situación no solo perjudica de forma individual, sino que tiene repercusiones en la producción en su conjunto.
El Gerente General hace un llamado a la conciencia colectiva, resaltando la necesidad de mejorar el trabajo conjunto para evitar mayores daños; aunque reconocen que hay productores comprometidos, también buscan abordar la problemática con aquellos que no están cumpliendo con las medidas necesarias.
En conclusión, el control de plagas en la producción de caña de azúcar es fundamental para garantizar la sostenibilidad y la calidad del producto. El Ingenio de Atencingo está comprometido en mejorar este aspecto, consciente de que su impacto va más allá de las pérdidas individuales, pues afecta a la industria en su conjunto.