Este lunes por la mañana, las autoridades localizaron los cuerpos de 20 personas al norte de Culiacán, Sinaloa, en inmediaciones de la carretera México 15. El hallazgo incluyó un macabro escenario con 16 cadáveres apilados dentro de una vagoneta blanca y otros cuatro decapitados y colgados de los pies en un puente cercano.

El descubrimiento fue realizado por elementos de seguridad que atendieron un reporte ciudadano sobre vehículos sospechosos en la zona. Al llegar al lugar, se encontraron con una vagoneta con las puertas traseras abiertas y 16 cuerpos apilados en su interior. A pocos metros, en el puente del seminario, colgaban los cadáveres decapitados de cuatro hombres.

Junto a los cuerpos, se localizó una lona con un mensaje cuyo contenido no ha sido divulgado por las autoridades. Este tipo de mensajes suele estar vinculado a conflictos entre grupos delictivos en la región.

En respuesta al hallazgo, efectivos de la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Sinaloa y la Fiscalía General del Estado aseguraron el sitio y comenzaron las investigaciones. La circulación en la carretera México 15 fue cerrada en ambos sentidos durante varias horas para facilitar las diligencias periciales y evitar riesgos a los automovilistas.

Los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense para la realización de autopsias y un posible proceso de identificación. Hasta el momento, no se ha informado sobre la identidad de las víctimas ni sobre el grupo criminal responsable del multihomicidio.

Sinaloa ha sido escenario de constantes enfrentamientos entre cárteles que buscan controlar el territorio para actividades ilícitas como el narcotráfico. Este tipo de actos violentos pone de manifiesto el nivel de brutalidad con el que operan los grupos delictivos y su capacidad para generar miedo.

El gobierno estatal no ha emitido un comunicado oficial sobre el hecho, pero se espera que las autoridades ofrezcan detalles conforme avancen las investigaciones.

El hallazgo subraya la urgencia de reforzar la seguridad en la región y de establecer mecanismos efectivos para frenar la escalada de violencia que afecta a Sinaloa y otras entidades del país. Mientras tanto, los habitantes de Culiacán enfrentan nuevamente el impacto de vivir en una zona marcada por el crimen organizado.