El templo expiatorio de San Juan de Dios, reabrió sus puertas en Izúcar

-La reapertura se llevó a cabo con la presencia del Arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinoza

Román Valle / Izúcar de matamoros, Pue.

El santuario de San Juan de Dios, ubicado en el municipio de Izúcar de Matamoros, fue reabierto a los feligreses el pasado sábado 24 de agosto, con una solemne celebración eucarística, iniciando con una procesión que partió de la parroquia de Santa María de la Asunción y culminó en el templo expiatorio.
Esta conmemoración fue presidida por Monseñor Víctor Sánchez Espinoza, arzobispo de la Arquidiócesis de Puebla, en compañía del padre Manuel Ramírez Moreno, quienes encabezaron el recorrido de los feligreses por las principales calles del centro de la ciudad, hasta llegar al templo de San Juan de Dios, para bendecirlo y realizar un oficio religioso mediante una oración en acción de gracias.

Cabe mencionar que, durante este recorrido, los asistentes tuvieron la oportunidad de saludar y pedirle la bendición del arzobispo, al igual que entonar cánticos eclesiásticos en el transcurso de la procesión, que fue acompañada por la imagen de San Juan de Dios.

En esta celebración se otorgaron reconocimientos por su entrega y dedicación a todas las personas y grupos de apostolado, quienes estuvieron apoyando en todo momento en la organización, para la obtención de recursos mediante donaciones, rifas y venta de alimentos, que permitieron llevar a cabo los trabajos de reconstrucción y recuperación de este templo expiatorio.

Monseñor Víctor Sánchez Espinoza, agradeció al párroco Manuel Ramírez Moreno por la invitación a esta importante celebración, ya que este tipo de templos ayudan a los más necesitados. “Izúcar de Matamoros ha celebrado la reapertura de los 3 templos más importantes que tiene: Santiaguito Apóstol, Santo Domingo, la parroquia de Santa María de la Asunción, y ahora este templo de San Juan de Dios” puntualizó el arzobispo.

“Este templo está dedicado a la oración eucarística, para quien quiera acudir a realizar una oración de eucaristía, o simplemente el asistir, aunque no digamos nada; como dijo Santa Teresa: basta que yo lo vea y el me vea, basta que yo lo ame y él me ame” expresó lleno de júbilo Monseñor Víctor Sánchez Espinoza.
Finalmente, después de la procesión se llevó a cabo una solemne misa en honor a San Juan de Dios, para después ser colocada la figura del santo en su lugar de honor.

 

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