Redacción / Barcelona.

El próximo lunes 9 de octubre será el día en el que el pleno del Parlamento catalán analizará los resultados del referendo del pasado domingo y, tal y como anunciaron las propias formaciones separatistas, “se declarará la independencia y el nacimiento de la nueva república independiente de Cataluña”.

 De acuerdo con Armando G. Tejeda, corresponsal de La Jornada, la decisión, que era a lo que se habían comprometido los dirigentes catalanes durante la campaña, supondrá elevar aún más la tensión con el Estado español, que anunció más movilización de efectivos policiales y la apertura de diligencias judiciales contra  el mayor de los Mossos d´Esquadra, Josep Lluís Trapero, que será juzgado por “sedición” por la Audiencia Nacional española.

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, presentará el informe con los resultados del referendo, en el que participaron dos millones 200 mil personas (algo más del 40 por ciento del censo electoral), y votaron a favor de la secesión el 90 por ciento de los electores que ese día acudieron a las urnas y pudieron votar, dadas las circunstancias extraordinarias que rodearon al proceso, sobre todo por la fuerte represión policial ejercida por la policía española que intentó impedir la apertura de los colegios electorales y la entrega de las urnas en las meses.

El informe del referendo será entregado a todos los grupos, que ese mismo día harán un debate parlamentario en el que se volverán a poner sobre la mesa las distintas posturas del arco parlamentario regional.

En cualquier caso, la hoja de ruta, aunque con retraso, se mantiene en el bloque separatista; el pleno se celebrará el lunes, al final, después del debate, se someterá a votación la propuesta de la declaración unilateral de independencia, que superará el trámite si se mantiene compacto el grupo,  que cuenta con mayoría,  72 escaños de los 135.

En Madrid, mientras ultiman la posible aplicación del artículo 155 de la Constitución, que supondría la suspensión de la autonomía y una eventual detención de los principales líderes de la independencia, también trascendió el procesamiento del mayor de los Mossos d´Esquadra, Josep Lluís Trapero, por un delito de “sedición” por su actuación durante el referendo, en el que ordenó a sus agentes no actuar durante la votación ante el posible riesgo para la población. 

Una eventual declaratoria unilateral de la independencia de Cataluña colocaría a España en una profunda “crisis constitucional” y generaría también un movimiento social de “consecuencias impredecibles”, señalaron Ileana Cid Capetillo y Dámaso Morales Ramírez, especialistas en temas de Unión Europea y globalización, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Pareciera que el sistema político e institucional de España, surgido tras el franquismo “se está agotando”, pero que en la incapacidad de gobiernos anteriores y el “autoritarismo y terquedad” de Mariano Rajoy, actual presidente del gobierno español, colocan a esa nación ibérica en un grave problema. “No quisiera decir algo como una guerra civil, pero sí de una seria confrontación”, dijo la investigadora Cid Capetillo.

Hay que recordar que el pasado domingo se celebró el referéndum de independencia en la región autónoma de Cataluña, el cual ya había sido declarado ilegal por el propio tribunal constitucional de España y el gobierno de Mariano Rajoy.

Sin embargo, la consulta convocada por la Generalitat y el parlamento –órgano Ejecutivo y Legislativo de Cataluña- se llevó a cabo, con la reacción represora que dejó casi 900 personas heridas, cuando la fuerza policial del gobierno español confiscó urnas y allanó los locales electorales.

En conferencia, donde se explicó la situación que priva en España y sus posibles alcances y repercusiones, Dámaso Morales, coordinador del Centro de Estudios Europeos de la FCPyS, señaló que el gobierno español sólo tiene dos rutas: el diálogo o la invocación de las “medidas necesarias” del artículo 155 de la Constitución española, que supondría la suspensión de la autonomía catalana y la destitución de facto de sus autoridades, si se llega a dar la declaratoria de independencia, como todo apunta que ocurrirá.

El especialista en regionalismos comparados dijo que de cualquier manera, este conflicto no sólo se trata de un asunto legal o constitucional, sino esencialmente político y social.

“El uso de la violencia por parte del gobierno fue uno de los errores marcados, pues ha unido más a los catalanes. En el hipotético caso de declararse una independencia unilateral, Cataluña también estaría inmersa en una onda problemática fiscal y financiera, además de que ningún estado de la Unión Europea la reconocería”, subrayó.

De igual forma, explicó que la falta de este reconocimiento internacional por parte de los integrantes de la UE se debe también a que al interior de varios de estos países existen también regiones con regionalismos marcados que ante el caso de Cataluña podrían solicitar su independencia.