Abraham Onofre / Atlixco, Pue.

La buena voluntad y el altruismo de los mexicanos es pieza fundamental para que México siga de pie tras el sismo que sacudió el pasado martes 19 de septiembre a diversos estados, entre ellos Puebla, pero eso no lo ha librado de la tragedia, pues se dio a conocer que dos brigadistas que ayudaban a los damnificados, murieron en hechos aislados.

El primer caso se registró en la comunidad de San Antonio Alpanocan, donde un brigadista, originario de Tonalá, Chiapas, al estar recogiendo escombro junto a una casa, se cayó un poste de luz lo que provocó una descarga eléctrica que alcanzó al joven voluntario.

La víctima fue identificada como Mario Flores Álvarez, de 25 años de edad, quien era casado y padre de una pequeña; actualmente vivía en la población de Ocuituco, perteneciente al estado de Morelos.

Tras el accidente, Mario fue llevado inmediatamente al Centro de Salud de Tetela del Volcán, Morelos, donde el médico en turno señaló que ya no presentaba signos vitales.

Cabe mencionar que otro brigadista de nombre Marcelino, también resultó electrocutado, por lo que fue llevado al hospital de Cuautla, Morelos, con lesiones graves y se debate entre la vida y la muerte. 

Otro hecho lamentable es el de Gustavo Oviedo, quien perdió la vida cuando regresaba de entregar víveres y realizar labores en las comunidades de Axochiapan, Atzala y Santa María Cohetzala.

El joven regresaba en su camioneta marca Toyota Tacoma, de color negro, y sobre la carretera Atlixco-Izúcar de Matamoros, el cansancio lo venció, lo que ocasionó que perdiera el control del vehículo y chocara, falleciendo inmediatamente en el lugar.

Gustavo era originario de Puebla capital y tenía 36 años de edad, era un padre que le enseñaba a sus hijos la vida de los ‘jeeperos’, ya que era mecánico y hacía modificaciones a los Jeeps; su vocación y su oficio era dedicarse de lleno a estos vehículos, según sus allegados. 

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