Que los ladrones puedan perforar un ducto de PEMEX con herramienta especial, coloquen mangueras, lleven una pipa con capacidad de 10 mil o más litros, crucen caminos y tomen carreteras y que nadie los vea, sólo que sean invisibles o magos.
Por lógica, y menos en el llamado “Triángulo Rojo”, lleno de policías federales y estatales, nadie puede robarse ni un galón de cinco litros de gasolina sin que nadie lo detecte, imposible, y no importa que el robo lo hagan en la noche, de todas maneras es imposible que nadie se dé cuenta, en una zona que está súper vigilada, no pasa ni el aire.
Entonces ¿por qué sigue el robo de combustible en ésta y en otras zonas del estado, y en otros estados? Pues porque los dejan pasar, así de sencillo. ¿Quién los deja pasar? Pues todos, policías y ciudadanos los dejan pasar.
Por una parte las comunidades los dejan pasar y hasta los protegen porque salen beneficiadas, pueden adquirir gasolina en 8 pesos el litro o menos, esto les ayuda mucho, pueden realizar sus tareas diversas con menos gastos, pagar menos por la gasolina beneficia y fortalece su débil economía.
Así que los ladrones de gasolina tienen para empezar el apoyo de las comunidades, las que les facilitan a los niños, los que son usados como vigilantes (otros los llaman halconcitos), les pagan 12 mil pesos al mes, buen dinero para una familia de bajos recursos.
Los ladrones al tener el apoyo de las comunidades, pueden hacer su “trabajo” con mayor facilidad y tranquilidad, la gente está de su lado, porque se queda con parte de la gasolina.
Es increíble decirlo y aceptarlo pero el robo de combustible ha fortalecido las economías de los pueblos, sí, también hay que aceptarlo, daña la situación financiera de PEMEX, endeudada en miles de millones de dólares, afecta al millonario sindicato petrolero, sobre todo a sus millonarios líderes, pero por otro lado se beneficia a miles de familias las que adquieren, sí, gasolina robada, a mitad de precio o menos.
Por el otro lado, los chupaductos tienen la protección de algunos policías y funcionarios, por lo que no es que se les escapen algunos con todo y pipas llenas de combustible, más bien los dejan pasar, a cambio, claro, de sobornos, no hay de otra.
Hay que reconocer que no todos los policías tienen buenos sueldos, los que ganan bien son sus jefes, muchos ganan poco y exponen la vida, de modo que también ellos son beneficiados con el combustible robado.
Como dice el refrán “a río revuelto ganancia de pescadores”. Esto es lo que está pasando con el robo de combustible en Puebla y todo el país, los peces están a la vista de todos y son fáciles de atrapar, por eso todo mundo llena su costal, otra oportunidad como esta no se repetirá y es por tiempo limitado.
Sí, el gobierno ha decomisado mucha gasolina robada, las instalaciones de la policía federal están llenas de pipas hasta el tope de gasolina, ahora hasta los vecinos dicen que están en riesgo por tanta gasolina almacenada y que sin duda será regresada a PEMEX.
Pero, ¿por qué surgió el robo de combustible? Si antes no ocurría ¿por qué ahora sí? Pues porque el precio de la gasolina se disparó a más de 18 pesos el litro, lo que vino a pegar fuerte a la economía de la población en general, no hay que olvidar que la gasolina no sólo la usan los ricos, también los pobres, incluso son más los pobres los que la consumen, sólo hay que ver, si se hiciera un estudio se sabría, en manos de quiénes están los millones de automotores de modelos atrasados en el país.
Si la gasolina se fue por las nubes, si se encareció tanto, era obvio que tenía que generar una reacción, y esa reacción fue el robo de la misma, o sea, como el pueblo ya no la puede comprar procede a robarla.
Lo mismo sucede con todo lo demás, si todo está muy caro, si los salarios son muy bajos, si no hay empleo, si los pocos que hay son mal pagados, viene el robo, la delincuencia, todo viene en cadena, una cosa jala a la otra, toda acción genera una reacción.
Cuando una economía funciona, cuando se dice que el ingreso per cápita de la población es bueno, la delincuencia baja mucho (no desaparece del todo porque hasta en los países ricos existe), pero es mínima, la sociedad no tiene necesidad de robar pues sus ingresos son buenos, les alcanza para vivir con cierta dignidad, cuando una familia tiene lo necesario, lo básico, cuando tiene acceso a la educación universitaria o simplemente tiene alguna formación, ya no ve ni piensa en robar, para qué si ya tiene lo básico: vivienda, educación, alimentación, transporte, salud, recreación, cultura, vestido, etc.
El robo de combustible se da en una sociedad golpeada económicamente, en un sistema de gobierno en el que una casta vive muy bien, con ingresos mensuales que rebasan los 600 mil pesos, con jugosas prestaciones y aguinaldos, con una alta corrupción en los altos cargos, a esto se suman los porcentajes de obras cuyos precios son inflados al cien por ciento.
El robo de combustible se da en una población que enfrenta serios problemas: alto costo de la vida, de los productos básicos, con una cascada de impuestos, altos precios de los servicios públicos, salarios de hambre en las empresas y las instituciones, gradual privatización de los servicios, salud y la educación, inseguridad creciente, alta migración, etc.
El robo de combustible va a seguir, el gobierno necesita vigilantes de vigilantes, y ni así se podrá frenar, mientras en Puebla y el país haya pobreza, desempleo y corrupción la delincuencia va a seguir.
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