Hipólito Contreras / Puebla, Pue.
En México no hay miedo a un posible cambio en las relaciones comerciales con Estados Unidos, país que al final será el que más sufrirá si deja de comprar los alimentos que se producen aquí, afirmó Héctor Padilla Gutiérrez, presidente de la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario.
El representante de los 32 secretarios estatales que tienen que ver con la actividad agrícola, pecuaria y pesquera del país, consideró sin embargo, que los intereses económicos son más fuertes que las amenazas del presidente Donald Trump, porque los que verdaderamente deben estar preocupados, en caso de que haya cambios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), son quienes dependen de los productores de alimentos mexicanos.
Se refirió a las pretensiones del presidente de Estados Unidos en el sentido de modificar el TLCAN y explicó que la economía está tan entrelazada con los tres países norteamericanos, incluyendo a Canadá, que existen intereses comunes.
Destacó que las 145 empresas estadounidenses más importantes que exportan a México, afirman que el Tratado ha funcionado bien y en el caso de que haya que renegociarlo debe ser a favor de todas las partes.
De eso se trata, agregó, de mejorar el acuerdo comercial con una lógica económica racional, no de impulsos emotivos, que reconozcan los intereses de las partes y los vínculos prioritarios con México que, por su parte, no ha dejado de diversificar sus mercados.
Al mismo tiempo de que se impulsa esa estrategia, indicó, México tiene como objetivo reducir las importaciones de productos de Estados Unidos, como el maíz amarillo y la soya, que pueden ser suministrados por proveedores externos de Sudamérica.
Precisó que México exporta agroalimentos por más de 30 mil millones de dólares al año, que el 82 por ciento de ese comercio tiene como destino Estados Unidos, donde el 20 por ciento de los alimentos que se consumen allá son mexicanos.
La realidad, destacó, es que Estados Unidos no puede deslindarse de México, porque no tienen capacidad de sustituirnos, ya que los productores mexicanos han aprendido a manejar la mejor tecnología del mundo, además de que en nuestro territorio nacional se produce todo el año y en el estadounidense no.